La Corte de Casación, la más alta jurisdicción de Francia , rechazó restaurar el "honor" de Jacques Fesch, un preso guillotinado en 1957 por matar a un policía durante un atraco , frustrando las esperanzas de su familia de una rehabilitación histórica.
El hijo de este hombre ejecutado el 1 de octubre de 1957 a los 27 años por matar al oficial Jean-Baptiste Vergne, de 35 años, había presentado esta solicitud de rehabilitación en 2018, al considerar que hubo arrepentimiento.
La historia remonta al 25 de febrero de 1954. Fesch, un joven de buena familia de 23 años que quería comprarse un barco para dar la vuelta al mundo, atraca a un cambista en París y, en su huida, mata de un disparo a Vergne, viudo y con una hija de 4 años.
La justicia lo condenó a muerte y fue guillotinado en la prisión parisina de la Santé el 1º de octubre de 1957, pero durante sus tres años entre rejas, el acusado, cuya reputación era de perezoso y fanfarrón, cambió y abrazó la fe cristiana.
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En la cárcel, escribió mucho y mantuvo correspondencia en particular con un monje. Sus textos, publicados después de su muerte, gozaron de gran éxito. Una escuela privada lleva ahora su nombre e incluso se inició un "proceso de beatificación".
Su hijo Gérard Fesch descubrió por casualidad con 40 años quién era su padre e inició el procedimiento de rehabilitación, basado en la idea de perdón y que permite "borrar" la condena una vez cumplida, siempre y cuando el condenado demuestre su "buena conducta" durante cinco años.
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Este plazo no podía aplicarse en principio a un condenado a muerte, pero, gracias a la lucha de su hijo, la ley se modificó en 2020 para crear un recurso específico para los descendientes de un condenado a muerte, con el fin de "restablecer su honor".
Pero la Corte de Casación consideró que los elementos del caso "no constituyen garantías suficientes" de arrepentimiento, en una decisión que no puede ser recurrida. "Esta acción se acaba, pero ahora pienso volverme contra el Estado", anunció Fesch.
La decapitación con guillotina fue el método oficial de pena capital desde la Revolución Francesa hasta la abolición de la pena de muerte en Francia en 1981. La última ejecución tuvo lugar en septiembre de 1977.