Expresidente de PDVSA se defiende y señala de desfalco a familiares de esposa de Maduro

En entrevista con Blu Radio desde Italia, Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), se defendió de lo que llamó “una olla podrida” en su contra. Aseguró que lo quieren anular políticamente luego de que manifestara su deseo de convertirse en candidato presidencial, a lo que el madurismo le tendría miedo.

“Esta es una operación política por mi intención, que es muy firme, de lanzarme como candidato en representación del chavismo a la Presidencia de la República, nosotros tenemos que ponerle punto final a este desastre en que han convertido el país (…) Lo que pasa es que el Gobierno incluso tiene más terror al chavismo de Chávez que a la propia oposición”, dijo.

La justicia venezolana acusa al exfuncionario de participar de una trama de corrupción que incluye el robo de 4.850 millones de dólares.

“Eso es absolutamente falso, ellos están diciendo una mentira gigantesca. Quienes me acusan bueno, sabemos quiénes son, son los representantes más emblemáticos del madurismo, Tareck El Aissami es una persona que está muy cuestionada, tiene orden de captura por la justicia internacional por crímenes, entre ellos, el narcotráfico. Está sancionado en los Estados Unidos y en Europa, así como el fiscal está mencionado en los informes de la CPI pues son responsables de crímenes de lesa humanidad (…) Ese ataque, sinceramente, es un ataque histérico de parte de Tareck El Aissami, un hombre desencajado que ha fracasado en todas las tareas que se le han puesto”, dijo.

Ramírez, quien estuvo al frente de PDVSA durante 10 años y ocupó el cargo de ministro de Petróleo en la era de Hugo Chávez durante 12 años, dice que su trabajo fue transparente y que cualquier transacción bajo su mando es legal y demostrable.

“Todas las operaciones financieras de PDVSA durante mi periodo, ahora Maduro no lo hace más, están auditadas por la firma internacional de auditores KPMG que es una de las cinco grandes firmas auditoras del mundo (…) esta operación, donde se pidieron préstamos en bolívares, está reflejada en esos estados financieros, si tú vas, por ejemplo, a los estados financieros del año 2012, en la página 42 encuentras reflejada la operación. El dinero por supuesto que entró a PDVSA, ahora tú dirás qué tienen que ver los dólares si los préstamos eran en bolívares, porque la empresa consiguió una manera de que, si pagábamos en dólares, es decir, si pagamos nuestra deuda en dólares, nos hacían un descuento del 50 % en la deuda y eso resultaba en una ganancia para la empresa”, agregó.

Para el exfuncionario, que niega conocer al señor Leopoldo Betancourt López, hombre al que la Fiscalía relaciona con la trama de corrupción, son otros los responsables del desfalco en PDVSA. Responsabiliza del declive en parte a familiares de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, y aseguró tener pruebas sobre eso.

“Desde que yo salí de la empresa en agosto de 2014, esta gente tomó control de la Vicepresidencia de Finanzas, ahí pusieron a un señor llamado Eric Malpica, que es sobrino de Cilia flores y a través de él hicieron numerosas operaciones donde extrajeron fondos de PDVSA de hasta 1.200 millones de dólares en varios tramos y en esa operación están involucrados el señor Raúl Gorrín y otros operadores más, así como los hijos de Cilia Flores, esa información la tengo yo porque me la fueron a decir a Nueva York (…) Ahora eso está siendo investigado en EE.UU.”, puntualizó.

El fiscal general de Venezuela, Tareck William Saab, dijo en Mañanas Blu que esa trama de corrupción se aprovechó de la convalecencia del presidente Hugo Chávez, diagnosticado con cáncer, para cometer los delitos, afirmación que Ramírez rechazó categóricamente.

“Ellos son unos miserables porque están tratando de manipular el sentimiento del chavista. La sorpresita, que les tengo aquí, es que yo tengo todas esas operaciones autorizadas por el presidente Chávez”, afirmó.

Ramírez, quien permanece en Italia bajo la figura de perseguido político, aseguró que ni este ni otros señalamientos lo detendrán en su deseo de conquistar la Presidencia de Venezuela y sacar del poder a Nicolás Maduro. Dijo que no debe nada, que puede circular libremente y que gracias a las nuevas tecnologías puede realizar una campaña que lleve su mensaje, con el que busca desarrollar una opción chavista. Está convencido que, de lograrlo, no le gana nadie en las urnas.