Un grupo de militares asedió el palacio de gobierno en un intento fallido de derrocar al presidente Luis Arce, resultando en la detención del general Juan José Zúñiga y 20 más.
Catorce civiles fueron heridos con balines durante el enfrentamiento con las tropas insubordinadas.
La derrota de los golpistas fue celebrada tanto en Bolivia como internacionalmente, a pesar de las acusaciones de conspiración entre Arce y los golpistas.
El presidente Arce sale temporalmente fortalecido tras el intento de golpe, aunque enfrenta desafíos significativos en su gobierno.
Bolivia atraviesa una grave crisis económica con el descontento de gremios de comerciantes y transportistas debido al deterioro económico.
Arce y Evo Morales están en pugna dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) por la candidatura presidencial de 2025, lo que añade tensión política interna.
Morales, aunque inhabilitado para ser candidato, sigue siendo una figura influyente y critica a Arce por supuestamente aliarse con jueces para excluirlo.
La crisis económica de Bolivia se ve agravada por la incertidumbre política, con la inflación aumentando y la caída en los ingresos por exportaciones de gas.
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