El mundo de las artes marciales mixtas (MMA ) está en medio de una controversia sin luego de un inusual enfrentamiento en la Sala Polivalente de Bucarest, Rumania. Durante el evento RXF46 MMA, organizado por Real Xtreme Fighting (RXF), un combate entre un hombre y dos mujeres ha desencadenado una ola de críticas y debates en toda Europa.
El combate enfrentó a un hombre conocido como 'El Pervertido de Targu Ocna' contra las luchadoras Bettyshor y Roxana Tutu. Desde el inicio del único round, la contienda se tornó violenta, con el hombre ejerciendo una agresión sobre sus oponentes desde múltiples ángulos. El luchador superaba en tamaño a ambas.
Las imágenes del enfrentamiento causaron un revuelo inmediato tanto entre el público presente en el evento como en las redes sociales. Los comentarios denunciaban la falta de ética y el peligro evidente en permitir tal combate. El diario La Gazeta Sporturilor calificó las escenas como "escandalosas", pidiendo un mayor escrutinio sobre el evento y sus organizadores. Muchos internautas han calificado este tipo de peleas como "injustas".
Man viciously beat up 2 women in former host promotion for @Cobratate and @TateTheTalisman, 🇷🇴 RXF MMA #Entertainment #MixedMartialArts #Bucharest #Influencers #Fighting
— Kickboxing Romania (@kickboxing_ro) May 29, 2024
Old man Perversu' (de pe Târgu Ocna) vs the girls Bettyshor & Roxana Țuțu 😂😂
W/ @powerslap and @danawhite pic.twitter.com/CAmhrjHByL
En respuesta a las críticas, Sebastián Vieru, organizador de las galas RXF, defendió la decisión de incluir este tipo de peleas en el evento, argumentando que es una tendencia global en el mundo del MMA y que las mujeres participantes aceptaron voluntariamente. Además, reveló planes de futuras peleas uno contra uno, hombre-mujer, como parte de esta misma tendencia.
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Ante el hecho, muchos se preguntan si permitir tales enfrentamientos va en contra de los principios fundamentales de equidad y seguridad en el deporte. Esto ha generado un debate sobre la necesidad de establecer regulaciones más estrictas para proteger la integridad física y emocional de los competidores, así como para garantizar un trato justo y equitativo en todas las formas de competición deportiva.