El Museo de Arte de São Paulo (MASP) inaugura la muestra 'Gran Fury: El arte no es suficiente', en la que se presenta por primera vez en América Latina el trabajo del colectivo norteamericano Gran Fury, que realizó un importante activismo artístico para concienciar sobre el VIH y el sida.
Antes de entrar y en la misma calle del museo, el visitante se encuentra de bruces con el impactante mensaje de "Besar no mata: la codicia y la indiferencia sí", acompañado de la imagen de una pareja gay, una lesbiana y una heterosexual besándose.
Según explica el asistente de comisariado de la exposición, David Ribeiro, la muestra invita a que la gente se comprometa socialmente, no solo contra la discriminación de los portadores del VIH.
"En momentos de crisis, no podemos permitirnos ser simplemente observadores o esperar a que pasen las cosas para hablar de ellas", afirma Ribeiro en referencia a la discriminación que sufren también en el país transexuales, indígenas y mujeres.
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A través de sus activismo político con cartelería en las calles de Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos en los años ochenta y noventa, Gran Fury ponía de manifiesto la necesidad de tomar acción directa para poder transformar la realidad.
En 1989, el grupo imprimió miles de ejemplares que imitaban la estética del periódico 'The New York Times' y que corregían la desinformación difundida en este medio sobre el VIH.
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De madrugada, salieron a las calles de esta ciudad y sustituyeron los periódicos que se habían repartido del periódico por sus ejemplares, titulados 'The New York Crimes'.
Además de luchar contra la estigmatización y la desinformación sobre el VIH , Gran Fury llevó a cabo una importante labor de visibilización de la homosexualidad, una lucha todavía necesaria en Brasil.
Treinta años después de las acciones de Gran Fury, los visitantes del MASP podrán contemplar algunos de las obras de este colectivo que se han vuelto icónicas y simbólicas de la protesta en todo el mundo, como un cartel con la huella roja de una mano que reza: "el Gobierno tiene sangre en sus manos". EFE