Alrededor de 217 personas han presentado en Francia denuncias contra la empresa neerlandesa de tecnología Philips por haber comercializado y después tardado en retirar del mercado unos respiradores que contenían un componente sospechoso de ser cancerígeno.
Según informó este viernes la cadena pública Franceinfo, las demandas incluyen cargos desde estafa hasta homicidio involuntario.
Los hechos se remontan a 2022, cuando Philips tuvo que retirar unos 5 millones de estos productos en todo el mundo, si bien la firma de electrónica ya había recibido advertencias anteriormente desde las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
Se calcula que unos 370.000 de esos aparatos a retirar se encontraban en Francia, incluidos dispositivos contra la apnea del sueño y ventiladores.
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En este país, en abril de 2023, la ANSM (agencia de seguridad del medicamento francesa), denunció que, pese a las promesas de Philips, por ejemplo, solo un 50 % de los dispositivos de soporte vital habían sido reemplazados, mientras que para los ventiladores no indispensables para la supervivencia de los pacientes la tasa era del 65 %.
El elemento potencialmente cancerígeno de los productos afectados era una espuma plástica insonorizante, fabricada con poliuretano de poliéster.
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