La ministra de Asuntos Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, defendió este martes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la política de seguridad de su país, que frente a algunas críticas en el seno de las propias Naciones Unidas se han convertido en un "referente regional y global".
Esa política de seguridad, que descansa en un régimen de excepción y mano dura contra las pandillas, "nos ha llevado de ser el país más violento del mundo a ser el más seguro del Hemisferio Occidental", afirmó la canciller en su intervención en el segmento de alto nivel del Consejo.
"La reparación integral de una sociedad dañada por una historia de violaciones y abusos exige una labor titánica de transformación para alcanzar la verdadera paz, con avances notables en esta dirección impensables hace apenas cinco años", subrayó Hill.
La titular de Asuntos Exteriores agregó que en las recientes elecciones el pueblo salvadoreño ha decidido con "una amplia mayoría histórica" la profundización de los cambios impulsados por el presidente Nayib Bukele.
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Los salvadoreños, añadió, "pueden ahora respirar, caminar y vivir en paz, despertar por las mañanas o despedir con un beso a sus hijos que van a la escuela a pie, con la certeza de que van a regresar bien".
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La estrategia de seguridad de Bukele, que le ha brindado una gran popularidad en su país, ha sido criticada en los últimos años por la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con el argumento de que muchas detenciones de presuntos miembros de pandillas podrían ser arbitrarias.
También ha recibido críticas de sectores de la oposición salvadoreña, de la sociedad civil, y organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch.