El "gran negocio" de la trata de personas solo con fines de explotación sexual mueve más de 40.000 millones de euros al año y afecta a 2,5 millones de personas en todo el mundo.
El II Congreso Internacional sobre Trata de Seres Humanos, inaugurado este jueves por la reina de España, Letizia, aborda en la ciudad española de Málaga esta lacra.
El encuentro, organizado por la asociación española Betania, que atiende a personas en exclusión social, con especial atención a las víctimas de trata, reúne a destacados expertos de distintos países para abordar "la esclavitud del siglo XXI" en todas sus formas.
"Es un negocio que mueve muchísimo dinero, es una de las actividades más lucrativas del mundo, solo por detrás del tráfico de armas y al mismo nivel que las drogas, así que imagínense las dificultades para erradicar las grandes mafias dedicadas a la trata de seres", afirmó Beatriz Sánchez, fiscal especializada en Trata de Personas y Extranjería en España.
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"Y por cada mujer detectada, hay otras veinte que no lo están", advirtió. Sánchez explicó que es un fenómeno complejo y "oculto", que arranca a una persona de su entorno y la traslada mediante violencia, intimidación, coacción, abuso o engaño a otro lugar, donde aprovechando la vulnerabilidad que genera este desarraigo se le explota de diferentes maneras, como sexual o laboralmente.
La fiscal abogó por abordar esta problemática desde una perspectiva de género, ya que la trata afecta mayoritariamente a las mujeres, pues un 75 por ciento son mujeres y niñas, un porcentaje que en el caso de la explotación sexual alcanza el 98.
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"La pobreza tiene nombre de mujer, existe la feminización de la pobreza", aseguró, para pedir que se aborde este fenómeno desde una perspectiva de protección de la infancia, ya que los menores "son fácilmente captables y se les explota con mucha facilidad".
La jurista recordó que solo el 8 por ciento de mujeres en situación de prostitución lo hacen voluntariamente y puso de manifiesto la necesidad de que se regule esta práctica con un modelo "abolicionista", al estilo francés, que penalice también a los clientes.
"La legislación ha de ir acompañada de la protección integral a la víctima, que ya ha sufrido demasiado y el sistema muchas veces la victimiza", apuntó Sánchez, que destacó que la cooperación internacional entre estados e instituciones es clave en la lucha contra la trata, un fenómeno alentado por las migraciones que provocan conflictos bélicos o la crisis climática.
"Las guerras son una gran fábrica de víctimas de trata", lamentó.
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La fundadora de Betania, Begoña Arana, creó esta entidad hace más de diez años y desde entonces ha conseguido intervenir en la liberación de 876 víctimas de trata.
Arana resaltó la necesidad de hacer de la educación la base de la concienciación y sensibilización sobre este fenómeno para lograr un rechazo social hacia la prostitución y la trata en general.
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