El Ejército de Israel declaró este lunes "zona militar cerrada" a varias comunidades localizadas a escasos kilómetros de la divisoria con el Líbano, prohibiendo la entrada a cualquier persona en ellas, según un comunicado castrense.
"Las Fuerzas Armadas aclaran que entrar en estas zonas está estrictamente prohibido", detalla el comunicado, en referencia a las comunidades fronterizas de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi.
Tanto Metula, a unos seis kilómetros de la divisoria, como los kibutzs Misgav Am y Kfar Giladi, aún más próximos, están evacuados desde hace casi un año, tras el inicio del fuego cruzado con Hizbulá a raíz de la guerra en Gaza. Colegios, granjas y casas están abandonadas, tras el desplazamiento de unos 60.000 israelíes de la frontera norte.
En estas comunidades solo quedan los grupos de "autodefensa" comunitarios, brazos del Ejército, formados por reservistas de la zona que se encargaría de proteger sus aldeas en caso de ataque.
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Esta medida se produce tras una evaluación de la actual situación de seguridad en el norte, y fue aprobada por jefe del Comando Norte, Ori Gordin, quien en los últimos días ha estado "aprobando planes", junto a otros comandantes del norte, sobre la evolución de la ofensiva bélica con Hizbulá en el Líbano.
En este aspecto, el Ejército informó esta noche de que soldados de la Brigada de blindados 188 han estado realizando "entrenamientos" cerca de la frontera norte con el Líbano, y que las unidades de defensa comunitaria han realizando "simulacros para responder a varios escenarios".
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Según confirmaron hoy oficiales israelíes -bajo anonimato- a la prensa estadounidense, Israel se prepara ahora para una posible invasión terrestre de carácter "limitado", como le habría demandado Washington, que podría comenzar en las próximas horas.