El Ejército de Birmania declaró este lunes el estado de emergencia y toma el control político del país durante un año tras detener a varios miembros del Gobierno, informó el canal de televisión controlado por los militares.
La vicepresidente Myint Swe, que fue nombrado en el cargo por los militares gracias a los poderes que les reserva la actual Constitución, asumió la presidencia; mientras que el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, controlará a las autoridades, apuntó el canal Myawaddy News.
La toma del poder castrense llega horas después de la detención de parte del Ejecutivo, entre ellos la líder de facto, la consejera de Estado y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y el hasta hoy presidente, Win Myint, además de políticos y activistas.
Ante esto, la Casa Blanca dijo estar "alarmada" por los acontecimientos en Birmania y pidió a los militares que liberen a los políticos detenidos y se adhieran a los principios democráticos.
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En un comunicado emitido esta noche, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, indicó que están "alarmados por las informaciones de que los militares birmanos han dado pasos para minar la transición democrática en el país" y confirmó que el presidente Joe Biden ha sido informado sobre los últimos acontecimientos, incluida la detención de la jefa de facto del Gobierno, la Nobel de la PazAung San Suu Kyi.
"Reafirmamos nuestro fuerte apoyo a las instituciones democráticas birmanas y, en coordinación con nuestros socios regionales, urgimos a los militares y a todos las otras partes a adherirse a las normas democráticas y al imperio de la ley y a liberar a los detenidos hoy", añade el comunicado.