Estados Unidos supera los 200.000 muertos por la COVID-19, después de sumar 270 fallecidos en las últimas 24 horas, lo que consolidan al país norteamericano como el más afectado del mundo y lo acerca a una cota que parecía impensable hace siete meses y que la oposición está usando para criticar la gestión del presidente Donald Trump.
Según los últimos datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos superó los 200.000 muertos por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, un número que supera con creces a los cerca de 137.000 muertos de Brasil o los casi 88.000 de India, los siguientes en ese listado.
No obstante, las muertes por la pandemia en Estados Unidos equivalen a unos 60 fallecimiento por cada 100.000 habitantes, por debajo de otros países como Reino Unido, Ecuador, España y Brasil, y el país ha mostrado una mejoría en la progresión de la mortalidad.
En números acumulados, Nueva York (33.000 muertes), Nueva Jersey (16.000 muertes) y Texas y California (15.000 fallecidos) siguen siendo algunas de las regiones más afectadas del planeta por una pandemia que fue detectada por primera vez a finales del pasado diciembre en la ciudad china de Wuhan.
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Desde aquel primer brote hasta hoy, Estados Unidos ha alcanzado un número de víctimas que en marzo, cuando comenzaron a tomarse las primeras medidas de contención, parecía imposible.
Estados Unidos ha pasado por dos oleadas: la primera afectó sobre todo a la costa este, con Nueva York como epicentro, con unos 25.000 nuevos casos diarios entre abril y mayo y 2.000 muertos en un solo día. La segunda se cebó con estados en el sur del país, con unos 60.00 contagiados diarios en julio y más de mil fallecidos.
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Los contagios volvieron a reducirse en agosto tras imponer nuevas medidas de contención, cierre de negocios y zonas de ocio y sobre todo después de que los republicanos abrazaran el uso de las mascarilla como principal medida de prevención.
Con la reapertura de los colegios en septiembre, los datos muestran un aumento de los casos, pero con las muertes contenidas en una media diaria de 200 personas, en parte por la mejora de los tratamientos y la menor edad de los infectados.
Cambios en discurso de Trump
En un comienzo, el presidente Trump restó importancia al nuevo coronavirus al asegurar que no era más peligroso que una gripe, pero progresivamente revisó al alza sus proyecciones de fallecimientos y dejó de negar la importancia de llevar máscara y mantener la distancia social.
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En la recta final de la campaña electoral para los comicios presidenciales de próximo 3 de noviembre, Trump ha relegado la pandemia a un segundo plano y solo la menciona para asegurar que Estados Unidos tendrá una vacuna disponible este otoño y a finales de año comenzará a distribuirla entre la población.
"Afecta a los mayores con problemas (...) En algunos estados, nadie joven (muere). No afecta virtualmente a nadie", aseguró el mandatario en el segundo de sus dos mítines electorales de hoy en el estado de Ohio.
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"Hemos realizado el programa más ambicioso para obtener una vacuna y la presentaremos antes de final de año, incluso antes de lo que se imaginan", afirmó en un suburbio de Dayton (Ohio)
"Para vencer al virus chino (como Trump se refiere al SARS-CoV-2) hemos realizado la mayor movilización desde la II Guerra Mundial", recordó el presidente en Toledo (Ohio).
No obstante, los expertos, entre ellos los del Centro de Control de Enfermedades (CDC, en inglés), consideran que en el mejor de los casos la vacuna estaría disponible para la población en la primavera de 2021.
Coronavirus y elecciones
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Los demócratas no esperaron a superar los 200.000 fallecidos para usar la cifra para criticar a la gestión de Trump esta semana.
El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, aseguró que "cuando el virus llegó el presidente Trump no pensaba en usted, estaba pensando en su reelección. Es como Trump mira al mundo: siempre es sobre él, nunca sobre nosotros. Se merecen un presidente que los ponga a ustedes por delante".
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"Cuando tuvo la oportunidad de hacer frente a la pandemia de coronavirus y salvar vidas de estadounidenses, Donald Trump falló. Ahora Estados Unidos tiene 6,8 millones de infectados y cerca de 200.000 muertos", aseguró hoy en Twitter la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris.
"Ahora en Europa están peor que nosotros", aseguró Trump en Ohio. "Pero estoy seguro que lo superarán. Saben cómo hacerlo", añadió el presidente.
Pese a que Estados Unidos sigue liderando en muertes y contagios, los principales aumentos se están dando ahora en España, Francia y Reino Unido, que han tenido que volver a imponer medidas de contención de la movilidad.
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