El ministro interino de Energía y Minas de Ecuador, Roberto Luque, reveló que el Gobierno ha iniciado un programa experimental de estimulación de lluvias para abordar la crisis energética que ha resultado en cortes de electricidad de hasta trece horas diarias.
A muy poco costo, desde el miércoles por la tarde empezamos un programa de pruebas de estimulación de lluvias, que aparentemente están dando muchos resultados pero del cual no puedo dar muchos detalles todavía
Cuando se le preguntó si esto implicaba el bombardeo de nubes, el ministro comentó que aún no tiene todos los detalles y que están explorando cómo implementar esta mejora.
"En el futuro, cuando sea prudente decirlo, lo vamos a comunicar oportunamente", agregó Luque, quien fue designado para el cargo de forma interina por el presidente Daniel Noboa, reemplazando a Andrea Arrobo, a quien Noboa destituyó tras afirmar que no habría cortes de electricidad a corto plazo, a pesar de los bajos niveles en los embalses.
A raíz de esto, el Gobierno presentó cargos de supuesto sabotaje contra 22 personas, incluida la exministra Arrobo, acusándolas de no haber emitido las alertas necesarias a tiempo para prevenir la crisis.
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Desde el 14 de abril, se han implementado cortes programados de electricidad, que varían en duración y horario según la localidad y sector.
La sequía en el embalse de Mazar, el segundo más grande del país, ha sido la principal causa de la crisis. Este embalse, con capacidad para 410 millones de metros cúbicos de agua, es fundamental para el funcionamiento de tres centrales hidroeléctricas en la cuenca del río Paute, que generan hasta 1.757 megavatios y cubren un tercio de la demanda eléctrica nacional.
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El problema se agravó con la interrupción del suministro eléctrico desde Colombia, que también enfrenta una severa sequía y no tiene excedentes para exportar.
Luque, quien también es ministro de Transporte y Obras Públicas, indicó que el déficit eléctrico del país es actualmente de 1.000 megavatios, una mejora respecto a los 3.000 de la semana pasada.
Esta reducción se debe parcialmente a las recientes lluvias en la cuenca del río Paute, aunque señaló que es crucial acumular más agua en el embalse para septiembre, cuando habitualmente hay menos precipitaciones.
En una conferencia de prensa el miércoles, el ministro estimó que las pérdidas económicas por cada hora de apagón ascienden a 12 millones de dólares.
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Por tanto, el gobierno busca alternativas temporales de generación eléctrica, como barcazas y mantenimiento de centrales termoeléctricas, aunque destacó que es importante considerar los costos, ya que el impacto económico de la crisis actual es considerable.