Harry Belafonte, la superestrella que introdujo los ritmos caribeños en la música estadounidense y defensor de los derechos de las personas negras, falleció este martes en Manhattan a los 96 años, informa la prensa local.
Nacido en Harlem, de madre jamaicana y padre francés de Martinica, el intérprete de calipso y actor pasó la mayoría de su infancia en Jamaica antes de regresar a Nueva York, una mezcla de culturas que influyeron en su música y en su cruzada por la igualdad racial.