Las fuertes lluvias han provocado una tragedia con 37 fallecidos, 74 desaparecidos y 74 heridos, con más de 23.000 desalojados en 235 municipios afectados.
El gobernador advierte que la situación en la capital será "sin precedentes", con el río Guaíba alcanzando niveles históricos y amenazando con inundaciones masivas.
Las imágenes aéreas muestran una devastación sin precedentes, con ríos desbordados y puentes destruidos, catalogado como el "peor desastre" en la historia del estado.
Aunque hay rescates heroicos, como el de cuatro mujeres embarazadas en helicóptero, también hay escenas desgarradoras de vecinos abandonando su ganado y temiendo por sus vidas.
El presidente promete apoyo y recursos para enfrentar la crisis, con el Gobierno desplegando aeronaves, personal de rescate y equipos de emergencia para ayudar a los afectados.
Se esperan más lluvias intensas hasta el domingo, lo que dificultará aún más las tareas de rescate y aumentará el riesgo de deslizamientos y desbordamientos de ríos.
Este desastre se suma a una serie de eventos climáticos extremos en Brasil, exacerbados por el cambio climático y el fenómeno de El Niño, lo que subraya la urgencia de abordar la crisis climática.
Los residentes expresan su preocupación por la falta de acción frente al cambio climático, señalando que "esto no es normal" y que es necesario tomar medidas urgentes para mitigar sus efectos.
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