Tras la pandemia de COVID-19, la humanidad ha logrado recuperar su nivel de desarrollo previo, alcanzando un máximo histórico en el índice de desarrollo humano para 2023
A pesar de la recuperación general, se observa una creciente disparidad entre países ricos y pobres, con los segmentos más vulnerables de la sociedad, lo cual contradice los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para 2030
Aunque durante dos décadas los países han coincidido en términos de ingresos, esperanza de vida y educación, la persistente brecha entre países desarrollados y menos desarrollados sigue siendo motivo de preocupación
Algunos países, especialmente en África, no han logrado recuperarse del impacto de la pandemia, mientras que otros se enfrentan a una combinación de crisis que dificulta su recuperación, como es el caso de Afganistán y Ucrania.
El mundo se encuentra más dividido geopolíticamente que nunca, con un aumento de los conflictos y una creciente cantidad de refugiados, lo que pone en peligro la estabilidad global
En un contexto de desconfianza y polarización, es crucial reimaginar la cooperación internacional para abordar los principales desafíos del siglo XXI, como la desigualdad, el cambio climático y las amenazas a la ciberseguridad
Se debe promover el multilateralismo como un enfoque efectivo para abordar los problemas globales, en lugar de adoptar mentalidades nacionalistas o de "sálvese quien pueda".
Se deben implementar medidas para prevenir conflictos, crisis fiscales y guerras civiles que puedan obstaculizar la recuperación y el desarrollo humano en países afectados
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