Daniel Sancho se está adaptando a su nueva realidad tras cadena perpetua

Daniel Sancho , ciudadano español de 30 años, se encuentra en un proceso de adaptación tras haber sido trasladado a la prisión de Surat Thani en Tailandia. Este cambio se produce después de haber sido condenado a cadena perpetua por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. La condena, impuesta por el Tribunal Provincial de Samui el 29 de agosto de 2023, ha marcado un antes y un después en la vida de Sancho.

Silvia Bronchalo, madre de Sancho y analista de inversiones española, pudo visitar a su hijo en múltiples ocasiones desde su traslado. A pesar de las limitaciones del centro penitenciario, que generalmente permite una visita semanal, las autoridades han permitido una compresión de las citas para facilitar estos encuentros.

"No es como Samui, donde se le puede ver todos los días", mencionó Bronchalo, subrayando la diferencia entre las condiciones de detención previas y las actuales.

Diferencias entre las prisiones de Samui y Surat Thani

La cárcel de Samui, donde Sancho estuvo detenido provisionalmente desde el 7 de agosto hasta su traslado, solo acepta presos con condenas de hasta 15 años. Por su parte, la prisión de Surat Thani alberga a reclusos condenados a penas más largas, incluida la cadena perpetua y hasta la pena de muerte. Esta última se encuentra a unos 600 kilómetros al sur de Bangkok, en una zona casi despoblada, y acoge a un número significativamente mayor de prisioneros.

Durante las primeras semanas en Surat Thani, Sancho ha sido ubicado en un módulo de aislamiento, una medida común para nuevos reclusos mientras se adapten al entorno carcelario. Este periodo es crucial y determina cómo se manejarán los siguientes pasos en su detención, incluida la clasificación en función de su condena y comportamiento. "Está en un módulo de aislamiento, con 14 personas, todos asiáticos salvo un europeo de origen austriaco", explicó Bronchalo sobre las condiciones de su hijo.

A pesar de la condena, la batalla legal de Sancho no ha terminado. La legislación tailandesa permite hasta dos apelaciones tras una sentencia inicial, lo que significa que su equipo legal aún puede buscar cambios o reducciones en la condena impuesta. Esta fase del proceso es vital y podría influir significativamente en su futuro.

El caso de Daniel Sancho ha captado la atención internacional, no solo por las circunstancias del crimen, sino también por las complejidades legales y humanitarias que implica. La situación ha generado discusiones sobre los derechos de los extranjeros encarcelados en el extranjero y las condiciones de las prisiones en diferentes partes del mundo.