El Gobierno cubano anunció este martes la liberación de 553 personas "sancionadas por delitos diversos", tras la intermediación del Vaticano con el Ejecutivo insular.
De acuerdo con un comunicado de la Cancillería del país caribeño, el presidente Miguel Díaz-Canel comunicó la decisión al papa Francisco "en los primeros días de enero" después de "un análisis cuidadoso a partir de las distintas modalidades que contempla la ley". La medida, agregó la nota, se aplicará "gradualmente".
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La ONG Prisoners Defenders (PD) ha cifrado en 1.148 la cantidad de presos por razones políticas en Cuba al cierre de noviembre de 2024. La excarcelación anunciada este martes representa poco menos de la mitad de ellos.
Por otro lado, la organización Justicia 11J aseguró a finales del año pasado que 554 personas que participaron en las protestas antigubernamentales de julio de 2021 (11J), las mayores en décadas, continuaban entre rejas con penas de hasta más de 20 años de prisión.
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"El Gobierno de Cuba se ha mantenido en comunicación con el papa Francisco y con sus representantes y, como en el pasado, ha informado a Su Santidad sobre procesos de revisión y excarcelación de personas privadas de libertad, práctica que es común en nuestro sistema de justicia", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores.
De igual forma, el Ejecutivo insular subrayó que entre 2023 y 2024 "más de 10.000 personas" encarceladas recibieron "distintas modalidades de beneficio previstas en la ley". Y que esta decisión va acorde al "espíritu del Jubileo Ordinario", el gran evento católico que se celebra cada 25 años.
El anuncio se oficializó después de que el Gobierno de Estados Unidos oficializara el retiro de la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
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Según informaron a la prensa altos cargos de la Administración saliente del demócrata Joe Biden, Washington tomó la decisión para propiciar la liberación de presos cubanos, como parte de un proceso en el que se contó con la mediación del Vaticano.
Por su parte, La Habana resaltó la medida, aunque criticó que se mantenga el grueso de las sanciones estadounidenses contra la isla. También recalcó que esta se debió tomar "sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos para justificar la inacción".