¿Qué sería de los viajeros, los aeropuertos y los aviones si no hubiese existido el 9/11? ¿Serían más relajadas las normas de seguridad?
A pesar de que a lo largo de la historia de la aviación se han dado diversas circunstancias que han hecho más rigurosa la seguridad aeroportuaria, aquel 11 de septiembre de 2001 fue el día que más incidió en el mundo en materia de seguridad para los viajeros.
Los aeropuertos y las reglas para los viajeros tuvieron cambios importantes después del 9/11 y dando una mirada 20 años atrás, podría ser algo descabellado pensar que en esa época era permitido llegar más allá de la sala de embarque para despedir a los seres queridos y no existían inspecciones aleatorias al equipaje de los pasajeros quienes, a propósito, no tenían que llegar con tanto tiempo de anterioridad para subirse al avión.
En la actualidad por ejemplo, un viajero que parte hacia cualquier destino nacional e internacional está regido por ciertas normas que le impiden, entre otras cosas, llevar consigo cualquier clase de arma o explosivo, así como aerosoles, sustancias inflamables o tóxicas, envases individuales de no más de 100 mililitros, elementos que muy seguramente serían detectados con las máquinas y las rigurosas revisiones, las cuales eran mínimas antes de los atentados del 9/11.
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Incluso, antes de aquel día, era permitido llevar cuchillos y otros elementos corto punzantes como corta uñas en el equipaje de mano, elementos que según el reporte final de la Comisión 9/11 fueron utilizados en los aviones para los ataques al Pentágono y las Torres Gemelas.
Se crea la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA),
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El 19 de noviembre de 2001 el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Seguridad de Aviación y de Transporte. En ese sentido, la creación de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), por sus siglas en inglés, fue sin duda uno de los hechos más preponderantes en materia de seguridad aeroportuaria en ese país y fue la que determinó los protocolos previos para el abordaje de los viajeros: las requisas, revisiones drásticas al equipaje y el estricto control migratorio son algunas de estas medidas.
Dicha entidad desarrolla programas de seguridad y regulaciones, no solo para los vuelos que llegan y salen de Estados Unidos, sino para todos los medios de transporte y provee seguridad a los aeropuertos.
Y es que desde ese martes oscuro la historia de la humanidad ha cambiado, no sólo la seguridad sino también lo que una persona puede o no decir durante un vuelo.
A pesar de que más de 3.000 personas fallecieron a causa de los atentados, hay personas que consideran apropiado bromear con temas o palabras prohibidas a la hora de volar.
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Es totalmente ilegal decir la palabra bomba, en cualquier contexto. De acuerdo con la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), son muchas las personas que han sido arrestadas solamente por hacer una broma y mencionar este vocablo en cualquier idioma.
Por otro lado, algo que nunca podrán hacer los pasajeros de un avión es negarse a ponerse el cinturón de seguridad.
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Personal y tecnología al servicio de la aviación
El personal que cuida los aeropuertos también aumentó considerablemente, así como su entrenamiento, experticia y estudios para realizar esta labor. Antes de los atentados la cantidad de empleados aeroportuarios era poco mayor a 16.000 en Estados Unidos y después del 9/11 el gobierno estadounidense aumentó esta cifra a más de 40.000 y con cerca de 52.000 millones de dólares de inversión en el 2002.
La revisión del equipaje es una de las tecnologías que más ha evolucionado, haciendo que un elemento explosivo, objeto metálico o armas contundentes sean casi imposibles de esconder a los sensores y maquinas especializadas. Incluso, los dispositivos electrónicos como celulares, tabletas o computadores portátiles, son los elementos de mayor vigilancia por parte de las autoridades.
Los rayos X reemplazaron el uso de un certificado para declarar los elementos al interior de las maletas, así como un semáforo que sirve para seleccionar a las personas que tendrán que poner su equipaje para su revisión exhaustiva.