La ciencia alcanzó un nuevo logro con la creación del primer reloj nuclear, capaz de definir el tiempo con una precisión nunca antes vista.

Este avance, combina un reloj atómico óptico de alta precisión con un potente sistema láser. Se integran gracias a un cristal que contiene núcleos de torio, un elemento radiactivo.

Actualmente, el estándar mundial para medir el tiempo se basa en relojes atómicos que utilizan la transición de microondas en los átomos de cesio.

Estos relojes permiten sincronizar la tecnología global con una precisión extremadamente alta, llegando al menos hasta 16 dígitos decimales.

Este nuevo desarrollo no solo mejorará la medición del tiempo, sino que también permitirá medir con mayor exactitud otras magnitudes físicas y abordar preguntas fundamentales sobre el universo que aún no tienen respuesta.

Aunque este primer prototipo no supera aún la precisión de los relojes atómicos, Thorsten Schumm, investigador de la Universidad de Viena, subraya que el objetivo principal era desarrollar una nueva tecnología.

Comparó el proceso con el desarrollo de los primeros coches, que inicialmente no superaban a los carruajes en velocidad.

Según Schumm, demostró ser viable para medir con altísima precisión, y solo queda trabajar en los aspectos técnicos, sin esperar grandes obstáculos.

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