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Coyotes abandonaron a 60 migrantes en el Caribe panameño cerca a la frontera con Colombia

De acuerdo con las estadísticas de Panamá, más de 370.000 personas han cruzado este 2023 la jungla, una cifra sin precedentes.

Migrantes en la frontera con Panamá.jpg
Migrantes en Necoclí buscan cruzar a Panamá
Foto: AFP

Las autoridades de Panamá informaron este martes que 60 migrantes que eran transportados en tres lanchas fueron abandonados por "coyotes" o traficantes cuando se vieron sorprendidos por la Policía de fronteras panameña en un sector del Caribe cercano a los límites con Colombia.

El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) "logró rescatar a 60 migrantes de diferentes nacionalidades, que iban a bordo de tres embarcaciones cerca de un área limítrofe con Colombia", indicó este cuerpo de seguridad del Estado en un mensaje de su cuenta de X (antes Twitter).

Las autoridades de Fronteras están "tras la pista de los responsables de este posible caso de tráfico de migrantes", añadió la información oficial, sin más precisiones.

El sector del Caribe panameño fronterizo con Colombia es utilizado para transportar a migrantes irregulares que proceden del sur del continente y se dirigen hacia Norteamérica. Esta es una ruta más cara y rápida que la temible selva del Darién, que está siendo cruzada por decenas de miles de personas procedentes de todo el mundo, en una crisis sin precedentes.

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De acuerdo con las estadísticas de Panamá, más de 370.000 personas han cruzado este 2023 la jungla, una cifra sin precedentes.

El país centroamericano, el único del continente que ofrece a los migrantes en tránsito salud y alimentación, además de tomar sus datos biométricos, reclama a los países del sur más compromiso en el manejo de este flujo, que ha llevado al límite sus capacidades de asistencia, como han explicado funcionarios del Ejecutivo.

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Las autoridades panameñas también están preocupadas por el impacto del creciente e imparable flujo migratorio en la selva, donde hay 9 toneladas de basura dejada por los viajeros, así como por la contaminación de los ríos, que son las fuentes de agua de las pequeñas comunidades indígenas de la provincia del Darién.

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