Kevin Lewis, de 34 años, fue sentenciado a cadena perpetua esta semana tras contratar a un sicario para matar a su exesposa, Amanda Canales. En un giro devastador, el plan de Lewis resultó en la muerte de su cuñada, Alisha Canales-McGuire, de 24 años, quien fue asesinada por error en el estado de Washington .
Amanda, que en ese momento se encontraba en Nueva York por un viaje de negocios, describió a su exesposo como un hombre de “pura maldad”. Durante el juicio, enfatizó la gravedad de sus acciones, cuestionando el amor que Lewis afirmaba tener por sus tres hijos: “Yo pensé que tú los amabas, pero alguien que los ama no los sometería a peligro y a trauma”.
Trágica historia
La fatal mañana de septiembre de 2017, Alisha estaba cuidando a sus sobrinos en la casa de su hermana cuando el sicario, Jerradon Phelps, de 18 años, llegó junto a su cómplice, Alexis Hale, de 16. Sin saber que Amanda no estaba presente, Phelps disparó cinco veces contra Alisha al abrir la puerta, huyendo de la escena junto a Hale.
Lewis había pagado $2,400 a Phelps para llevar a cabo el crimen, sin imaginar que su exesposa no se encontraba en casa. La Corte Superior del condado de Snohomish, bajo el juez Paul Thompson, condenó a Lewis por conspiración para cometer asesinato y asesinato agravado con arma de fuego, tras deliberar el jurado durante aproximadamente cuatro horas en noviembre de 2021.
Alisha Canales-McGuire’s family shared these photos. pic.twitter.com/J5g61Aa93s
— Natalie Swaby (@NSwabyKing5) April 9, 2019
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Durante el juicio, Amanda cuestionó la falta de consideración de su exesposo por el trauma infligido a sus hijos. “¿A ti te importó que si solo yo hubiera estado en casa esa noche, ellos se habrían despertado para encontrar a su madre muerta, tirada en un charco de sangre?”, interrogó Amanda.
Por su parte, Phelps se declaró culpable de asesinato en primer grado y fue sentenciado a 31 años de prisión, mientras que Hale admitió su culpabilidad en el mismo cargo, recibiendo una condena de 15 años.
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