El fuego y las bombas se toman el territorio ucraniano tras la orden del presidente Vladimir Putin a sus militares de invadir la región de Donbás y declarar la guerra.
A las 5:50 de la madrugada del 24 de febrero de 2022, hora ucraniana, el presidente ruso anunció por televisión el comienzo de la invasión y advirtió al mundo la respuesta inmediata por parte de Moscú si los países intervienen para detener la avanzada.
Aproximadamente 150.000 soldados se encontraban en formación de ataque a la espera de la orden del dirigente.
Los principales blancos de ataque militar fueron los aeropuertos, bases militares y aeródromos de nueve regiones de Ucrania, dentro de las cuales se encuentran Odessa, Kharkiv y Kiev.
Minutos después el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, hizo pública la denuncia ante el mundo de que el país se encontraba bajo ataque con misiles de crucero, provenientes de Rusia.
Los medios internacionales cubrían la noticia de la orden que Putin había dado, cuando de repente las explosiones se escucharon de fondo en medio de las transmisiones.
Kiev, capital de Ucrania, activó la alarma que anunciaba los ataques y pidió a sus habitantes buscar refugio. Este ruido estremecedor no se escuchaba desde la Segunda Guerra Mundial.
En medio del estado de conmoción de las personas por las muertes y los heridos que han dejado las explosiones y las balas, también buscan salir de la capital por todos los medios para salvar sus vidas.
Los supermercados, tiendas y bancos presentan largas filas de quienes buscaban provisiones para su supervivencia.
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