La Policía española detuvo a cinco personas, una de ellas colombiana, acusadas de formar parte de una red que explotaba sexualmente a mujeres traídas a España desde Colombia, dos de ellas liberadas durante la operación.
Según informó este jueves la Policía, los arrestados se encargaban de captar a colombianas en situación de extrema necesidad y vulnerabilidad a las que ofrecían venir a España.
Una llamada telefónica a un servicio estatal de atención a víctimas de trata de personas facilitó la detención. Este grupo criminal actuaba en un burdel de la localidad de Briviesca, en la provincia de Burgos (norte), donde uno de sus miembros era el encargado del local, según un comunicado de la Policía.
Este hombre se dedicaba a captar a las víctimas en Colombia, a las que pagaba el billete de avión y facilitaba la documentación requerida para cruzar el control fronterizo sin problemas, para luego trasladarlas al local para ejercer la prostitución, según la nota.
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Los ahora detenidos empleaban violencia e intimidación para someter a las víctimas y les imponían una "auténtica servidumbre" para pagar una "deuda" con la organización, pues se encontraban controladas constantemente, obligadas a realizar "extenuantes" jornadas de trabajo, forzadas a atender a clientes sin descanso y con disponibilidad las 24 horas del día, relató la Policía.
Los detenidos pertenecían a distintos niveles dentro de la organización, desde gestores y asesores legales hasta testaferros, encargados y personal de seguridad, con múltiples antecedentes por delitos violentos y tenencia de armas, señaló.
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La operación culminó con un registro en el prostíbulo, donde fueron detenidos tres españoles y un colombiano y posteriormente se detuvo a otra persona, todos ellos acusados de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal y relativos a la prostitución.