La navegación en el Canal de Suez quedó este jueves suspendida temporalmente hasta que se pueda desencallar el gigantesco buque portacontenedores que bloquea desde el miércoles el tráfico en esta ruta comercial clave entre Europa y Asia, una tarea que está siendo extremadamente complicada.
"Las autoridades marítimas indicaron que 13 navíos del convoy norte (procedentes del Mar Mediterráneo) (...) que debían pasar están parados en zonas de espera hasta que se desencalle totalmente" el buque, dijo George Safwat, portavoz de la Autoridad del Canal de Suez (SCA, egipcia).
Por su parte, la empresa japonesa Shoei Kisen Kaisha, propietaria del gigantesco buque, admitió este jueves que se están enfrentando a "una dificultad extrema" para poner de nuevo a flote el navío.
El incidente, ocurrido en la noche del martes al miércoles, provoca atascos masivos de navíos e importantes retrasos en las entregas de petróleo y otros productos comerciales.
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La SCA desplegó desde la mañana del miércoles varios remolcadores que intentan desencallar al gigantesco buque portacontenedores, de 400 metros de eslora.
El bloqueo provocó un alza en los precios del crudo de casi 6% el miércoles impulsados por temores sobre el abastecimiento.
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"Las consecuencias sobre los precios dependerán de la duración del bloqueo", según Bjornar Tonhaugen, del gabinete de Rystad, quien dijo a la AFP que "el efecto probablemente será débil y transitorio".
Por otro lado, "si el bloqueo dura más de unos días, podría tener un impacto mayor en los precios y de manera más duradera", agregó.
"Nunca hemos visto nada como esto antes, pero es probable que la congestión (...) tome varios días o semanas para reabsorberse, ya que debería tener un efecto de arrastre sobre los otros convoyes, los horarios y los mercados mundiales", estima Ranjith Raja, responsable de la investigación sobre el petróleo de Oriente Medio y el mar en el agregador de datos financieros Refinitiv.
- "Dificultades extremas" -
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El "Ever Given", un navío de más de 220.000 toneladas que se dirigía a Róterdam procedente de Asia, encalló entre la noche del martes a miércoles y quedó atravesado bloqueado en el tramo sur del Canal de Suez.
Los expertos citan vientos fuertes como una de las causas del incidente en este barco de 60 metros de altura. La SCA también habla de una tormenta de arena, un fenómeno común en Egipto en esta época del año, que reduce la visibilidad e hizo que el navío se desviara.
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El tamaño del buque complica las operaciones de despeje según Jean-Marie Miossec, profesor de la Universidad Paul-Valéry de Montpellier (sureste de Francia) y especialista en transporte marítimo. Las autoridades deben tomar el tiempo necesario para "maniobrar bien", afirmó.
Según Bernhard Schulte Shipmanagement (BSM), la compañía con sede en Singapur que se encarga de la gestión técnica del buque, los 25 miembros de la tripulación están a salvo. No hay contaminación ni daños en la carga del buque, con capacidad para más 20.000 contenedores.
"En cooperación con las autoridades locales y la compañía Bernhard Schulte Shipmanagement estamos intentando desencallarlo, pero estamos enfrentándonos a una dificultad extrema", dijo en un comunicado Shoei Kisen Kaisha.
La empresa ofreció "sinceras disculpas" por la "preocupación" y los retrasos en el tráfico, y confirmó que no hay heridos en la tripulación ni fugas de combustible.
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Enlace marítimo entre Europa y Asia, esta ruta permitió que los navíos no tuvieran que dar la vuelta al continente africano (por ejemplo 6.000 km menos entre Singapur y Rotterdam), pero también ha vivido el peso de varias guerras y años de inactividad.
Un incidente como el ocurrido tiene entonces consecuencias pues por esta vía de navegación pasa un 10% del comercio marítimo internacional, según los expertos.
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Una ampliación realizada entre 2014 y 2015, para acompañar la evolución del comercio marítimo, facilitó el cruce de los buques y disminuyó aún más el tiempo de tránsito en el canal. Casi 19.000 barcos usaron el Canal de Suez el año pasado, según la SCA.
Ideado por Ferdinand de Lesseps, un empresario y diplomático francés, el colosal proyecto llevó diez años de trabajo, entre 1859 y 1869 y en él participaron un millón de egipcios, según las autoridades.