Mientras el nuevo coronavirus sigue causando estragos por todo el mundo, Bill Gates se ha convertido en la nueva bestia negra de los conspiracionistas, sobre todo en África, donde una publicación en las redes de un político de Kenia atizó el fenómeno de la desinformación.
Los programas de Gates para una vacuna han dado lugar a toda suerte de especulaciones en el continente y la propagación de noticias falsas no ha hecho más que avivarse con la pandemia.
El 15 de marzo, el gobernador de Nairobi, Mike Sonko, publicó un viejo video de Bill Gates en el que advertía de las consecuencias de una futura pandemia, titulado:"Bill Gates ya habló del coronavirus en 2015" .
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En la grabación, realizada durante una conferencia TED hace cinco años, el filántropo explicaba que el mundo no estaba preparado para un brote epidémico global, pero no mencionaba el coronavirus en ningún momento.
La publicación de Sonko provocó tantas interacciones entre los más de dos millones de seguidores que tiene en Facebook, que se convirtió en la publicación global sobre Gates más prolífica desde que estalló la pandemia de COVID-19, según la plataforma de seguimiento de redes sociales CrowdTangle.
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La publicación fue compartida más de un millón de veces y acumuló 38 millones de reproducciones en las redes sociales.
El caso muestra el importante papel de las figuras públicas locales a la hora de propagar informaciones falsas o engañosas en distintas partes del mundo, según el Atlantic Council's Digital Forensic Research Lab (DFRLab), que estudia el fenómeno de la desinformación a nivel global.
"En general, (este tipo de informaciones) viajan a través de (...) comunidades nicho cuando un influente, como un famoso destacado, o incluso una fuente de un medio de comunicación convencional, los amplifica", declaró a la AFP Zarine Kharazian, de DFRLab.
"Cuando alcanzan este nivel de propagación, se propagan en varias lenguas", agregó.
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- "Élites todopoderosas" -
Los rumores sobre los lazos entre Gates y la pandemia actual han sido muy manidos por los diferentes grupos conspiracionistas de todo el mundo desde que el virus surgió en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019.
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Desde enero, más de 683.000 publicaciones en Facebook -tanto en páginas públicas como en grupos- mencionaban a Gates, dando lugar a unos 53 millones de 'likes', comparticiones y reproducciones.
"Una característica común de las teorías de la conspiración que atraviesa fronteras, lenguajes y culturas es la desconfianza en las 'todopoderosas élites' e instituciones", explicó Kharazian.
"El perfil prominente de Gates, su franqueza y su compromiso activo en trabajos de salud pública a nivel internacional han hecho de él un blanco de primer orden para este tipo de complot concreto".
Entre las afirmaciones más extendidas en África, está la de que Bill Gates quiere controlar a la humanidad con microchips implantados o tatuajes digitales.
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Los complotistas también aseguran que Gates saldrá muy beneficiado de una eventual vacuna y que su fundación patentó hace años un tratamiento, antes de liberar el nuevo coronavirus.
Otros creen que él creó el virus para controlar a la población, un asunto muy sensible en África, donde muchos de los comentarios negativos publicados en línea hacían alusión a la vacuna contra la COVID-19 y a que ésta pudiera probarse entre población de ese continente.
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- Polémicas pasadas -
Parte de esta reacción violenta podría explicarse por los abusos médicos cometidos por los países occidentales en África, señaló Sara Cooper, científica en el Consejo de Investigación Médica del Centro Cochrane, en Sudáfrica.
"En las últimas décadas, hubo varios incidentes de investigaciones médicas realizadas en África en los que se cometieron importantes violaciones de los derechos humanos", dijo Cooper a la AFP.
Una serie de prácticas que van desde los experimentos de esterilizaciones forzosas en Namibia a finales del siglo XIX, cuando el país era una colonia de Alemania, a ensayos con medicamentos organizados por gigantes del sector farmacéutico en varios países de África en los años 1990.
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La desconfianza en las vacunas occidentales quedó patente en una publicación que se hizo viral hace poco, y en la que se afirmaba que el médico y científico francés Didier Raoult había advertido a los africanos que no debían usar "la vacuna de Bill Gates" porque tenía "veneno".
El servicio de verificación de la información de la AFP desmintió esa afirmación: Raoult nunca hizo esos comentarios y esa vacuna ni tan solo existe.
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Pero el tema tocaba una fibra sensible y la versión en francés de la publicación fue compartida más de 47.000 veces antes de ser desmontada.
En Nigeria, el exministro de Aviación Femi Fani-Kayode, que cuenta con muchos seguidores entre los cristianos del sur del país, compartió multitud de publicaciones que sostenían que Bill Gates forma parte deuna élite poderosa secreta que quiere dominar el mundo a través del coronavirus y la tecnología 5G.
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- Otro combate para la OMS -
Y mientras los contagios y los rumores crecen vertiginosamente, agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) tratan de atajar las informaciones falsas o engañosas con campañas en línea y ayudando a los gobiernos a poner en marcha páginas web específicas.
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El pasado febrero, la OMS organizó un taller con más de 50 periodistas en Nigeria.
"Los periodistas y los medios son cruciales para llevar los mensajes correctos a la comunidad", declaró Dhamari Naidoo, que trabaja en el departamento de Emergencias de la OMS.
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"Queremos transmitir la información correcta a la gente, y contribuir a frenar la propagación de rumores".