El presidente estadounidense, Joe Biden , habló por primera vez por teléfono este miércoles con su homólogo chino, Xi Jinping , a quien expresó su preocupación por la situación enHong Kong y por la suerte de la minoría musulmana de los uigures.
En la llamada, que tuvo lugar tres semanas después de la llegada al poder de Biden, el mandatario estadounidense expresó sus "profundas preocupaciones" por las prácticas económicas "injustas y coercitivas" de Pekín, por la represión en Hong Kong y por las "violaciones a los derechos humanos" en Xinjiang, región donde habitan los uigures, según un comunicado de la Casa Blanca.
Los dos líderes también hablaron sobre la pandemia de COVID-19 y los "desafíos comunes" que representan la seguridad sanitaria mundial y el cambio climático.
Según los expertos, más de un millón de uigures están detenidos en campos de reeducación política en Xinjiang.
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Pekín rechaza el término "campos" y asegura que se trata de centros de formación profesional, destinados a brindar un empleo a la población y mantener a raya el extremismo religioso.
Ha habido mucha expectativa sobre la postura del nuevo presidente estadounidense hacia China, debido a los múltiples puntos de tensión que existen en la relación entre las dos primeras potencias mundiales.
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Y aunque Biden ha mostrado claramente su voluntad de distanciarse de la política exterior deDonald Trump , el de China es uno de los pocos asuntos en los que podría promover una cierta continuidad con respecto a su predecesor.
En una entrevista emitida el domingo en CBS, Biden advirtió que la rivalidad entre China y Estados Unidos se transformará en una "extrema competencia", aunque al mismo tiempo aseguró que quiere evitar un "conflicto" entre los dos países.
Consultado sobre su homólogo chino, Biden señaló: "No tiene, y no lo digo como una crítica, sino que es una realidad, un solo hueso democrático en su cuerpo".