Las medidas de adaptación y gestión de riesgos son cruciales para fortalecer la resiliencia de las comunidades y reducir la vulnerabilidad frente a los impactos climáticos que son: aumento y mayor intensidad dehuracanes, inundaciones, incendios forestales, deslizamientos o sequías donde América Latina y el Caribre presentan alto nivel de vulnerabilidad.
Es por esto que el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) invertirá más de USD 2.000 millones al año hasta 2030 para la transformación al cambio climático, y en particular para que la región esté preparada para enfrentar los frecuentes e intensos eventos naturales, los fondos se emplearán a la seguridad hídrica, seguridad alimentaria, la atención de emergencias, entre otros.
“Este financiamiento refuerza el compromiso de CAF para impulsar acciones de adaptación al cambio climático y para lograr una mayor resiliencia en las comunidades ante desastres naturales y eventos climáticos extremos. Nuestra experiencia, recursos y visión estratégica nos convierten en la institución ideal para liderar estos esfuerzos vitales para la sostenibilidad ambiental y económica de América Latina y el Caribe y del planeta”, agregó Alicia Montalvo, gerente de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF.
Los huracanes son una amenaza significativa en el Caribe, representando el 97 % de los desastres en la región afectando a casi tres de cada cuatro latinoamericanos y caribeños. En la región andina las inundaciones representan el 63.6 % de los desastres, con el 82 % de las pérdidas humanas y materiales; las sequías, impactan la producción en diversas áreas de la región y han experimentado variaciones significativas en los últimos años.
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