La Fiscalía y el Instituto de Medicina Legal de El Salvador extrajeron este jueves parte de los restos de 14 personas supuestamente asesinadas por un expolicía para identificarlas mediante pruebas genéticas.
La recuperación de los restos se dio en una zona urbana del municipio de Chalchuapa, más de 73 kilómetros al oeste de San Salvador, donde vivía el expolicía Hugo Ernesto Osorio Chávez.
En el lugar se encuentran trabajando forenses, quienes deben vestir trajes especiales para protegerse en las excavaciones, y son auxiliados por presidiarios de un programa de "fase de confianza".
La casa, que ha centrado la mirada de la sociedad salvadoreña en los últimos días, se encuentra en una zona aislada y cerca de un amplio cultivo de caña, según constató Efe.
Las autoridades no permiten que la prensa se acerque a la casa y han ampliado el perímetro de seguridad.
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A inicios de mayo se registró en este lugar el asesinato de 2 hombres y 2 mujeres, crimen atribuido a Osorio y cuya investigación llevó a descubrir las fosas clandestinas en su casa.
El ministro de Seguridad salvadoreño, Gustavo Villatoro, indicó este jueves que se iniciarán las pruebas genéticas y que se continuarán las excavaciones para continuar con la búsqueda.
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De acuerdo con publicaciones de medios locales, Osorio declaró extrajudicialmente que en su casa se podrían encontrar más de 40 restos de personas asesinadas.
Por otra parte, Villatoro negó en una entrevista televisiva que este caso represente el patrón de las desapariciones en el país, dado que "tienen diferentes aristas" y que "estamos frente a un psicópata que su fin no era desaparecer, su fin era satisfacer sus apetitos sexuales y luego, según él, borrar las evidencias".
El documento "Desaparición de Personas en El Salvador", de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), da cuenta de que en ese lapso la Policía Nacional Civil (PNC) recibió 12.495 denuncias, pero el dato de la FGR fue de 22.307.
Israel Ticas, uno de los forenses más reconocidos en el país y que trabaja para la Fiscalía, ha señalado en diferentes ocasiones que si una persona pasa más de ocho días desaparecida existe una alta probabilidad de que haya sido asesinada y enterrada en un cementerio clandestino.