Casi todas las mañanas, Sabine Rouas sale a dar un paseo montada sobre el lomo de Aston, un toro blanco de 1,4 toneladas
En medio de la inusual escena que sorprende a cada uno de los transeúntes de la región de Mosa en Francia, el toro se pasea acompañado de su dueña, quien ya está acostumbrada a que las personas se detengan y los miren
A pesar de su gran tamaño, Sabine indica que para ella es algo completamente normal salir a pasear sobre Aston, pues compara su actuar con el de las personas que montan animales como elefantes, camellos y avestruces
Sin embargo, aunque Aston trae felicidad a la mujer que lo acogió, su historia comenzó luego de un episodio trágico que vivió Sabine, luego de perder a su caballo de competición
Ante el vínculo que se genera entre el jinete y el animal, la pérdida del caballo hizo que la mujer no quisiera saber más de la especie
Por eso, su interés por el ganado se despertó cuando vivía en Luxemburgo, allí compró una vaca, la cual dio a luz a Aston
Una vez el toro tuvo la edad suficiente, comenzó a amansarlo para poder estar sobre él, pero en medio del proceso se cayó por lo menos 38 veces en tres meses
Ahora con nueve años, Aston y Sabine salen a pasear sin problema por la calles de Mosa como si fuera un caballo el que la acompaña
Para ver más haga clic en el siguiente botón