Al menos 66 niñas siguen desaparecidas, dos días después de un ataque del grupo yihadista Boko Haram a un instituto femenino en la ciudad de Dapchi, al noroeste de Nigeria, por lo que aumentan los temores a que se trate de un nuevo secuestro masivo como el de las menores de Chibok de 2014.
De las 889 estudiantes que se encontraban presentes en el momento del ataque yihadista al instituto oficial, situado en el estado de Yobe, 66 siguen desaparecidas, informó a Efe el comandante de la policía Abdulmaliki Sunmonu.
Mientras las fuerzas militares y de seguridad rastrean la zona, y el portavoz del Gobierno, Abdullah Bego, indicó en un comunicado de que las autoridades no tienen aún la certeza de que las desaparecidas hayan sido secuestradas.
La Policía señaló ayer que se trató de un ataque frustrado y que los asaltantes no consiguieron secuestrar a ninguna estudiante, que huyeron junto a sus profesores a través del bosque.
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Los terroristas saquearon la escuela y se llevaron la comida de la cocina antes de irse de la ciudad.
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Aún no está clara la cifra de desaparecidas tras esa acción, que ha generado miedo entre una población que recuerda el secuestro de más de 200 niñas hace casi cuatro años en Chibok, en el estado vecino de Borno.
Más de esas cien niñas secuestradas en abril de 2014 han sido liberadas, pero 112 permanecen aún en cautiverio.
La población presiona al presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, para que se pronuncie sobre este nuevo episodio y asegure que no se ha producido un nuevo Chibok.
Nigeria ha visto incrementado el número de ataques suicidas en los últimos meses, pese a que los terroristas han perdido presencia en algunos de sus territorios, tras operaciones exitosas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad.
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En represalia, los yihadistas han adaptado sus ataques a sitios considerados como puntos débiles, como lugares de oración, escuelas y campamentos de refugiados.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
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Más de 20.000 personas han muerto desde el comienzo de la insurgencia yihadista en la zona, en 2009.
Además, alrededor de 1,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 4,7 millones necesitan asistencia alimentaria urgentemente, según cifras de la ONU.