Desde el año 2017 en el Hospital de Niños JM de los Ríos en Caracas se suspendió el programa de trasplantes. La razón explican mamás de los pacientes es la negativa de las autoridades de importar medicamentos inmunosupresores, además de la deficiente infraestructura de los centros de salud.
“No se cuenta con personal de enfermería, ni equipos médicos necesarios para garantizar, porque hacer un trasplante amerita tener laboratorio propio en la institución, tomógrafos, rayos x, una serie de cosas que lamentablemente no hay”, afirma Rosalis Díaz, mamá de Santi un niño que falleció hace dos años esperanto ser trasplantado.
De hecho a raíz de la muerte de su hijo, ella constituyó la Fundación “Santi y sus amigos” que desde hace varias semanas ha entregado cartas y documentos en distintas embajadas para pedir apoyo y a la vez presionar el Gobierno de Maduro a que reactive el programa de trasplantes.
Fabiola Garantón, directora de la ONG, junto a un grupo de mamás acudió este lunes a la Nunciatura Apostólica en Caracas a pedirle a la iglesia que sea mediador, por su rol independiente y logre “una solución para garantizar el derecho a la vida, no solo a los niños sino también a otros pacientes que necesitan ser trasplantados”.
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Garantón recuerda que en la actualidad muchos de los niños no las pueden acompañar porque fallecieron.
“Ya no pueden esperar (…) y esto debería ser suficiente para que las autoridades tomen cartas en el asunto y le garanticemos la vida a todos los que hoy requieren un trasplante”, indicó.
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La ONG calcula que poco más de 50 niños están en riesgo en este momento.
“Se trata de distintas áreas, algunos riñón, otros trasplantes de médula ósea y otros de hígado (…) sin embargo no se han realizado los exámenes ni el protocolo para saber con certeza la información”, complementó la activista .
Josué quiere ser policía
Julianis Acevedo es la mamá de Josué un pequeño que requiere un trasplante de médula ósea por padecer un tipo de leucemia.
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“Pero ahorita no hay respuesta para salvarle la vida a mi hijo (…) hemos pasado por mucho en el hospital, por quimios, y acá seguimos luchando para que se reactiven los trasplantes y poder salvarles la vida”, afirmó.
Ella asegura que su hijo quiere ser policía, “y quiero verlo en eso, quiero verlo crecer y ese es el sueño más grande que tengo”.
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Julianis lamenta que lo más difícil en este momento sea la carencia de medicamentos de primera necesidad en el hospital.
“La falta de inyectadoras para cumplir su quimioterapia, es de las cosas más difíciles que he tenido que pasar con mi hijo, las decadencia del hospital JM de los Ríos”, sostuvo.