Volvo, el fabricante sueco de carros, ha establecido un plan para transformarse completamente hacia la electrificación en 2030 y lograr la neutralidad climática para 2040. Este anuncio representa uno de los planes de transformación “más ambiciosos de cualquier fabricante de automóviles tradicional”, dieron a conocer.
La compañía hizo el anuncio en la Climate Week NYC y reveló el fin de la producción de todos los modelos de carros Volvo con motores diésel para principios de 2024, lo que convierte a Volvo Cars en uno de los primeros fabricantes de carros tradicionales en dar este paso.
Asimismo, esta decisión de Volvo se alinea con su idea del año pasado de abandonar el desarrollo de nuevos motores de combustión interna. “Estamos completamente enfocados en crear una amplia cartera de automóviles premium completamente eléctricos que cumplan con todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo, y que sean parte clave de nuestra respuesta al cambio climático", explicó Jim Rowan, CEO de Volvo Cars.
"Los trenes motrices eléctricos son nuestro futuro y superan a los motores de combustión: generan menos ruido, menos vibración, menores costos de mantenimiento para nuestros clientes y cero emisiones en el escape”, agregó.
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Volvo explica que toma esta decisión “urgente” de apostar por la electrificación debido a la necesidad de acción frente a la emergencia climática. Además, la compañía instó a los líderes de la industria y políticos a asumir un papel fuerte y decidido en la lucha contra el cambio climático.
La noticia de Volvo sobre eliminar por completo los motores diésel para principios de 2024 es un ejemplo más de cómo la industria automotriz y la demanda de los consumidores están cambiando rápidamente en respuesta a la crisis climática.
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Hace solo cuatro años, los motores diésel eran fundamentales para Volvo en Europa. Sin embargo, la demanda de mercado, las regulaciones de emisiones más estrictas y el enfoque en la electrificación han cambiado drásticamente esta dinámica.