Volkswagen se prepara para lanzar su primer carro eléctrico de largo alcance en un esfuerzo por consolidar su posición en el competitivo mercado chino, donde las marcas locales han ganado terreno rápidamente en este segmento.
El modelo será presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Shanghái, que se llevará a cabo del 23 de abril al 2 de mayo de este año, y llegará al mercado en 2026.
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¿Por qué Volkswagen quiere desafiar el mercado chino?
El presidente de Volkswagen en China, Ralf Brandstätter, indicó que la compañía busca alcanzar una cuota del 15 % del mercado automotriz chino hacia 2030, lo que equivale a unas 3.5 millones de unidades vendidas anualmente.
Esta meta se enmarca en una estrategia que incluye una reducción de costos, estimada en un 40 %, y una aceleración en los tiempos de desarrollo de nuevos modelos, que podrían reducirse hasta en un 30 %.
Retos en un mercado dominado por marcas locales
China, el mayor mercado automotriz del mundo, ha visto un auge en las ventas de vehículos eléctricos, que ya representan más del 50 % de las ventas totales de automóviles nuevos.
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Este panorama plantea un desafío para las marcas extranjeras, incluidas Volkswagen y otros gigantes globales, que han perdido cuota frente a competidores locales como BYD y Nio.
En 2024, Volkswagen reportó ventas de 2.9 millones de vehículos en China, de los cuales solo 200.000 correspondieron a modelos eléctricos. Aunque las ventas de eléctricos puros de la marca Volkswagen crecieron un 17 %, aún están lejos de competir con las cifras de los líderes locales.
Enfoque en rentabilidad y tecnología
Volkswagen optará por priorizar la rentabilidad sobre el crecimiento de ventas a corto plazo, según Brandstätter, estrategia que incluye inversiones en tecnologías avanzadas y en el desarrollo de una nueva plataforma eléctrica clave para futuros modelos.
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El anuncio llega en un contexto en el que los fabricantes extranjeros enfrentan crecientes presiones económicas. Según un informe del banco suizo UBS, las marcas internacionales podrían perder hasta 20.000 millones de dólares anuales en beneficios obtenidos del mercado chino debido a la transición hacia los eléctricos y la competencia local.