Volkswagen, el mayor grupo automovilístico de Europa, lanzó una alarmante advertencia sobre el futuro de sus operaciones en Alemania. En un documento citado por AFP, la empresa no descartó la posibilidad de cerrar fábricas en ese territorio, una medida sin precedentes en sus 87 años de historia.
La decisión sería un duro golpe para la industria automovilística del país (y el mundo en general), y podría resultar en despidos masivos, según el presidente ejecutivo del grupo, Oliver Blume, y surge en medio de una "situación extremadamente tensa" que enfrenta el sector automotor europeo.
¿Por qué Volkswagen considera cerrar fábricas en Alemania?
La empresa se encuentra en una encrucijada debido a la caída en las ventas, la debilitación general del mercado automovilístico y la creciente competencia de fabricantes chinos, especialmente en China, el principal mercado de la compañía.
La emblemática marca VW, que lleva años luchando por mantenerse a flote dentro del grupo, podría ser la más afectada por el plan de reestructuración. A pesar de haber iniciado un programa de ahorro el año pasado, la dirección de Volkswagen subraya que "la situación no se puede resolver con simples medidas de reducción de costes".
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El posible cierre de fábricas en Alemania sería la primera vez que Volkswagen tome una medida tan drástica en su país de origen.
¿Cuándo hubo una decisión similar?
La última vez que la compañía cerró una planta fue en 1988, en Westmoreland, Estados Unidos. Sin embargo, en Alemania, esto marcaría un cambio histórico y preocupante para una industria que ha sido pilar económico del país.
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El sindicato IG Metall ha calificado el plan de Volkswagen como "irresponsable" y advierte que este movimiento "sacude los cimientos de Volkswagen y amenaza masivamente a los empleos y las plantas de producción".
Cuántos empleados tiene en Alemania
Con 300.000 empleados en ese país europeo, de los cuales 120.000 trabajan para VW, la incertidumbre sobre el futuro es palpable.
Blume enfatizó que Volkswagen "debe actuar ahora de forma decisiva" para enfrentar esta crisis, sugiriendo que las salidas voluntarias o las jubilaciones no serán suficientes para proteger los empleos. La posibilidad de despidos rápidos, incluso en contra de un acuerdo de 1994 que garantiza los empleos hasta 2029, parece cada vez más real.