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Qué significa revisar varias veces si su carro está bien cerrado, según psicóloga

Cualquier persona puede sentir la necesidad de revisar dos veces algo, pero hay una diferencia con que esto sea un trastorno.

Puerta carro
Puerta carro
Foto: AFP

Revisar varias veces si el carro está cerrado (así como la puerta de la casa u otras actitudes) es una conducta que muchas personas realizan, pero para algunas puede convertirse en un comportamiento repetitivo que va más allá de una simple preocupación.

Este acto, que puede parecer inofensivo, podría estar vinculado a una manifestación de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), explicó a Blu Radio la psicóloga Carolina Camargo. Sin embargo, aclaran, debe ser sí o sí diagnosticado por un psicólogo clínico o psiquiatra porque debe ir acompañado con otra serie de actitudes.

Qué es el TOC


El TOC se caracteriza por la aparición de pensamientos o imágenes recurrentes y no deseadas, llamados obsesiones, que generan gran ansiedad. Para mitigar este malestar, las personas recurren a comportamientos repetitivos o rituales, conocidos como compulsiones.

En el caso de la revisión constante del carro, esta conducta podría ser un intento de controlar el miedo o la incertidumbre de que algo malo suceda si no se verifica repetidamente.

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Esta compulsión de revisión no solo se limita a los carros. Según la también psicóloga Laura García, puede presentarse en otras áreas de la vida diaria, como comprobar repetidamente si la puerta de la casa está cerrada, si la estufa quedó apagada o si se tienen las llaves antes de salir.

No es lo mismo TOC que preocuparse por las cosas


Aunque para muchas personas estas acciones pueden parecer parte de una rutina, en individuos con TOC estas compulsiones se repiten de manera excesiva, interfiriendo con su vida cotidiana y en algún punto afectando la calidad de vida.

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Ambas expertas explican que el TOC no se limita a revisiones constantes. Las obsesiones más comunes suelen estar relacionadas con la contaminación, el perfeccionismo, la pérdida de control o el temor a causar daño.

Por su parte, las compulsiones pueden ser tanto físicas como mentales, desde limpiar de manera exagerada hasta realizar rituales internos, como repetir palabras o frases en la mente para aliviar la ansiedad.

Camargo aclara que cualquier persona, en algún momento, puede sentir la necesidad de revisar algo más de una vez, como asegurarse de que cerraron bien el carro. Sin embargo, la diferencia con el TOC es que las compulsiones son excesivas y están motivadas por una intensa ansiedad.

Además, a menudo, las personas con TOC son conscientes de que sus acciones no tienen un fundamento realista, pero no pueden evitar repetirlas.

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Cuando estas conductas comienzan a interferir con la vida diaria o a generar un malestar significativo, se recomienda buscar ayuda profesional

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