El Adblue es un líquido utilizado en los carros de combustible diésel, equipados con tecnología de reducción catalítica selectiva (SCR, por sus siglas en inglés). Este se almacena en un tanque separado en el vehículo y se inyecta en el sistema de escape para reducir las emisiones contaminantes.
La importancia del Adblue radica en su función principal: ayudar a reducir los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) emitidos por los vehículos diésel. Los NOx son contaminantes atmosféricos que contribuyen a la formación de smog y a problemas respiratorios. La tecnología SCR, combinada con el uso de Adblue, es una solución efectiva para reducir estas emisiones dañinas.
El sistema SCR funciona mediante la inyección de Adblue en el sistema de escape, donde se produce una reacción química. Los gases de escape que contienen NOx pasan a través de un catalizador, y cuando entran en contacto con el Adblue, se convierten en nitrógeno inofensivo (N2) y vapor de agua (H2O). Esta reacción se conoce como reducción catalítica selectiva.
El uso de Adblue y la tecnología SCR tienen varios beneficios, como ayudar a cumplir con las regulaciones de emisiones más estrictas, como las normas Euro 6 en Europa y los estándares de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en Estados Unidos. Estas regulaciones imponen límites máximos de emisiones de NOx, por otra parte, el sistema SCR con Adblue permite a los vehículos diésel cumplir con estos requisitos.
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Además de su contribución a la protección del medio ambiente, el Adblue también puede tener beneficio en el bolsillo de los propietarios de los crros. Algunos países ofrecen incentivos fiscales o descuentos en peajes para los vehículos diésel equipados con tecnología SCR.
Es importante destacar que el Adblue debe ser utilizado correctamente para asegurar su efectividad y el correcto funcionamiento del sistema SCR.
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