Un motor diésel es aquel que funciona comprimiendo el aire en la cámara de combustión hasta que se vuelve lo suficientemente caliente como para encender el combustible diésel, a diferencia de los motores de gasolina, que funcionan mediante la mezcla de aire y combustible que se enciende con una chispa.
El combustible se inyecta directamente en la cámara de combustión en forma de finas gotas pulverizadas, que se encienden por la alta temperatura del aire comprimido. Este tipo de motor se llama así en honor a su inventor, Rudolf Diesel.
Los motores diésel son conocidos por su eficiencia energética, su alta durabilidad y su capacidad de producir un gran torque. Por esta razón, se utilizan comúnmente en aplicaciones que requieren alta potencia, como camiones, autobuses, barcos y maquinaria pesada.
Es por que al ser una máquinas de alto rendimiento, requieren gran atención al momento de realizar los mantenimientos preventivos, ya que esperar más del tiempo indicado, podría implicar gastos mayores en su reparación.
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Cuidados con motores diésel
- Cambio periódico del filtro del aire: una buena combustión va de la mano de un filtro de aire en buen estado, por lo que su cambio en el momento que esté cargado de partículas de polvo, insectos y otras impurezas, ayudará a prolongar si funcionamiento.
- Sistema de refrigeración: al igual que todos los vehículos, es necesario que el sistema refrigerante actué de forma adecuada, por lo que revisar constantemente el nivel del refrigerante del motor ayudará a saber tan pronto como sea posible si hay alguna carencia.
- Revise si tiene fugas: basta con percatarse si en el suelo hay alguna mancha de combustible o de cualquier otro líquido que esté expulsando el vehículo. Al igual que revise si las mangueras presentar alguna avería.
- Correas del motor: asegúrese que las correas, las cuales cumplen diferentes funciones dependiendo del motor, no presentan grietas o están muy desgastadas.
- Mantenga una velocidad constante: evite manejar con cambios tan abruptos de velocidad, pues parar y arrancar de forma muy radical, genera daños a largo plazo.
- Revoluciones a más de 2.000: conducir por debajo de este rango puede causar un desgaste y generar averías a largo plazo en el motor.
- No deje que el tanque llegue a la reserva: las impurezas del combustible puede acumularse en el fondo del tanque.
- No apague el motor de inmediato: una vez se llegue al destino, espere un par de minutos para apagar la máquina, esto para evitar que el aceite se acumule en la turbina, se carbonice y produzca daños en las mangueras.
- Realice los mantenimientos con una periodicidad exacta.
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