Michelin anunció este martes que va a cerrar de aquí a 2026 dos de sus plantas de producción en Francia en las que trabajan 1.254 empleados, la de Cholet y la de Vannes.
Las razones de estos cierres esgrimidas por el fabricante francés de neumáticos son la competencia asiática en los mercados de las ruedas para furgonetas y camiones y el "deterioro de la competitividad en Europa".
El director de fabricación de la empresa, Pierre Louis Dubourdeau, explicó en una conferencia de prensa en línea que hay un exceso de capacidades teniendo en cuenta la realidad del mercado y que la actividad de las dos fábricas se repartirá entre otras que se dedican a la misma actividad en Europa.
En concreto, Dubourdeau la producción de Vannes, especializada en el refuerzo metálico para neumáticos de camiones, se llevará al centro de producción de Épinal, en Francia, y a la de Vitoria, en España.
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El responsable de fabricación puntualizó a EFE que ese desplazamiento de actividad a Vitoria será "marginal" que aportará "una pequeña recarga" de trabajo, pero no hay que esperar que eso suponga nuevas contrataciones, ya que la planta vasca se encuentra con un nivel de producción bajo respecto a sus capacidades.
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En cuanto a la actividad de Cholet, donde se fabrican neumáticos para furgonetas, se desplazará unos dos millones al centro de Cuneo, en Italia, y al de Olsztyn, en Polonia.
El director de fabricación hizo hincapié en que un 10 % del mercado europeo del neumático ha pasado de los productos de gama alta a los de bajo coste, esencialmente fabricados en Asia, y eso ha sido en detrimento de Michelin, que produce en sus plantas europeas para el Viejo Continente.
Los problemas de competitividad de sus centros europeos, y en particular en los franceses, derivan de unos costos energéticos muy superiores (en Francia el precio de la electricidad duplica el de Estados Unidos y el del gas lo triplica), pero no sólo.
Los impuestos de producción en Francia son muy superiores a los de otros países europeos, ya que incluso los duplican, y los costos salariales también son más altos, también si se comparan con Alemania.
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Doubourdeau insistió en que estos cierres no significan una estrategia de abandono de Francia, que es un país en el que la compañía ha invertido 2.600 millones de euros en los diez últimos años, en particular en investigación y desarrollo (I+D).
Precisó que en Francia su estrategia es posicionarse en productos de gama alta y que "lo hacemos cuando es posible y cuando hay un mercado", algo que no ocurre con las producciones de Cholet y de Vannes.
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