En la búsqueda de conductores irresponsables por evitar dar positivo en un control de alcoholemia, circulan numerosos mitos urbanos o 'trucos' que pretenden ofrecer soluciones rápidas y efectivas.
En ese sentido, el Real Automóvil Club de Cataluña ha dado a conocer diez mitos que se escuchan en el diario vivir y que buscan hacerle frente a un control de este tipo, eso sí, faltos de toda base científica.
Sin embargo, aparte de la ineficacia de estas estrategias, la mejor manera de evitar problemas con las autoridades y poner la vida de otros actores viales en riesgo es simplemente no conducir cuando vaya a beber licor.
Estos son los 10 mitos en un control de alcoholemia
- Beber agua para rebajar el alcohol en sangre: este mito sugiere que aumentar la ingesta de agua reducirá el nivel de alcohol en el cuerpo. Sin embargo, el alcohol se metaboliza principalmente en el hígado, y el agua no acelera este proceso.
- Realizar ejercicio intenso para sudar y quemar el alcohol: el alcohol se elimina principalmente a través del hígado, y el sudor apenas contribuye a su eliminación. No hay forma de acelerar significativamente este proceso mediante el ejercicio.
- Masticar granos de café para evitar el aliento a alcohol: este mito no tiene fundamento científico. El alcohol es detectable en la sangre, y masticar granos de café no altera este hecho.
- Masticar chicle o comer un dulce para el mismo propósito: aunque estos pueden enmascarar temporalmente el aliento, no eliminan el alcohol en el sistema ni evitan su detección en un control de alcoholemia.
- Esperar un par de horas para que baje el pico del alcohol: el tiempo necesario para eliminar el alcohol del cuerpo varía según múltiples factores, pero no existe una regla universal de "esperar dos horas" para estar sobrio.
- Tomar un aminoácido para absorber el alcohol en el estómago: no hay evidencia científica que respalde la idea de que ciertos suplementos o medicamentos absorben el alcohol de manera efectiva.
- Tomar un vaso de leche para crear una película en el estómago: la leche no tiene propiedades para crear una película en el estómago que impida la detección del alcohol.
- Tomar aceite por el mismo motivo: similar al mito anterior, el aceite no tiene el poder de crear una barrera que evite la detección del alcohol.
- Soplar con la lengua hacia atrás porque el alcoholímetro no detecta tanto el olor a alcohol: el alcoholímetro mide la concentración de alcohol en el aliento, y la dirección de la lengua no altera el resultado.
- Masticar césped, chupar la batería de un celular o una moneda de cobre: estas acciones son completamente ineficaces y, en muchos casos, pueden ser peligrosas para la salud.
En ese contexto, es esencial comprender que el alcohol se metaboliza en el hígado y que no hay atajos ni soluciones rápidas para acelerar este proceso, por lo que lo correcto es no pensar en conducir cuando se ingiere alcohol.
La mejor manera de evitar un positivo en un control de alcoholemia es simple y directa: abstenerse de consumir alcohol si se va a conducir. La seguridad vial y la responsabilidad personal son prioridades ineludibles que no deben verse comprometidas por mitos infundados.
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