En los últimos años, los vehículos de origen chino han ganado terreno en el mercado automotor latinoamericano, superando a tradicionales proveedores como Estados Unidos y Brasil, una tendencia se ha consolidado a medida que más consumidores, como Claudio Pérez, un camionero chileno, experimentan de primera mano estos carros.
Pérez, inicialmente escéptico, contó a AFP que decidió adquirir un vehículo de la marca Jetour y, después de dos años de uso, no tiene quejas: "Se estigmatiza la marca china, pero la camioneta me ha salido impecable, no he tenido ningún problema". Su experiencia refleja un cambio de percepción hacia los autos chinos en toda la región.
Cómo han crecido los vehículos de China en América Latina
El avance de los vehículos chinos en América Latina ha sido notable. Según datos del Centro de Comercio Internacional (ITC), las exportaciones de autos chinos a la región se han cuadruplicado en los últimos cinco años, pasando de 2.182 millones de dólares en 2019 a 8.564 millones en 2023.
Este crecimiento les ha permitido alcanzar un 20 % de participación en el mercado, convirtiéndose en el principal proveedor de automóviles en la región. Estados Unidos, que lideraba el mercado hasta 2021, ahora ocupa el segundo lugar con un 17 %, seguido de Brasil, cuyo porcentaje ha disminuido al 11 %.
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En el mercado de vehículos eléctricos, la presencia china es aún más dominante, representando el 51 % de las ventas en la región. Además, prácticamente todos los autobuses eléctricos en América Latina son de origen chino, lo que subraya su liderazgo en tecnologías de movilidad sostenible.
¿De dónde viene su éxito?
El ascenso de los carros chinos en América Latina no es una coincidencia. Andrés Polverigiani, gerente de inteligencia de marketing automotor en Nyvus, destacó con la AFP que "el crecimiento de los fabricantes de automóviles chinos en los últimos años ha sido exponencial, gracias a mejoras significativas en calidad, tecnología y diseño".
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Esto ha permitido a los fabricantes chinos competir de igual a igual con marcas estadounidenses y europeas en diferentes mercados, donde los aranceles reducidos y una amplia oferta de marcas han creado un entorno altamente competitivo.
En países como Chile, los vehículos chinos representaron casi el 30 % de las ventas en 2023, una cifra que ilustra su aceptación entre los consumidores.
Según Diego Mendoza, presidente de la Asociación Nacional Automotriz de Chile, "un automóvil chino aquí compite en iguales características con uno americano o uno europeo. Los menores aranceles han llevado también a que los precios sean muy competitivos".
La llegada de BYD y otras empresas a Latam
China no solo se ha enfocado en vender autos en América Latina, sino que también ha comenzado a producir en la región. En Brasil, por ejemplo, la empresa BYD ha establecido la mayor fábrica de autos eléctricos fuera de Asia, con una capacidad de producción de 150.000 vehículos al año.
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Del mismo modo, GWM adquirió una planta de Mercedes-Benz en Sao Paulo, con planes de producir 100.000 unidades eléctricas al año. Estos movimientos reflejan la ambición de China de consolidar su presencia en mercados grandes y estratégicos como Brasil y México.
Cassio Pagliarini, especialista de Bright Consulting, resaltó con AFP la lógica detrás de esta expansión: "Brasil es un país con un gran volumen de ventas, todavía una baja presencia de vehículos eléctricos y una baja presencia de chinos. Si yo fuese un ejecutivo de una empresa automotriz china, también vería el mercado brasileño con mucho interés".
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Precios accesibles, ¿su fuerte?
Uno de los factores que ha impulsado la popularidad de los autos chinos en América Latina es la relación calidad-precio. José Carlos De Mier, representante en México y Puerto Rico de Nyvus, señaló que "en algunos países de Latinoamérica las marcas de origen chino están ofreciendo más por el mismo precio".
Esta estrategia ha permitido que segmentos de la población de ingresos medios o bajos accedan a su primer vehículo, además de facilitar la adopción de tecnologías más limpias en ciudades con altos niveles de contaminación como Santiago, Bogotá y Ciudad de México.
En Santiago, por ejemplo, más de 2.000 autobuses eléctricos chinos circulan actualmente, un ejemplo de cómo China está contribuyendo a la transición hacia la electromovilidad en la región.
Sebastián Herreros, economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), afirma que "todos nuestros países tienen que ir rápido a la electromovilidad por un desafío casi de sobrevivencia y ahí China es un socio ideal: tiene la escala de producción y la capacidad de vender a precios convenientes".
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