Echar gasolina puede parecer una tarea cotidiana y sencilla, pero lo que muchos conductores desconocen es que ciertas prácticas habituales, como mantener el tanque medio vacío, pueden tener consecuencias negativas para el carro.
Este hábito, que para algunos sería un motivo de ahorro de no estar tanqueando el vehículo a cada rato, podría, en realidad, ocasionar graves daños al motor y al sistema de inyección de combustible.
¿Qué pasa si conduzco con el tanque de gasolina medio vacío?
El problema radica en la condensación del aire dentro del tanque. Cuando el depósito no está completamente lleno, el espacio vacío se llena de aire, y este puede condensarse debido a cambios de temperatura, especialmente en climas fríos.
La condensación genera pequeñas gotas de agua que se mezclan con el combustible y terminan acumulándose en el fondo del tanque. Aunque esta acumulación de agua no llega de inmediato a la cámara de combustión, sí afecta al sistema de filtrado del combustible.
Según Joseba Barrenengoa, fundador y director ejecutivo de Easygas, estas gotas de agua pueden dañar el filtro de combustible, que tiene la función de eliminar impurezas y prevenir que estas lleguen al motor.
Si el filtro se satura o se daña, existe el riesgo de que el agua pase a la cámara de combustión, lo que podría provocar fallos en el motor.
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Condiciones que agravan el problema
El riesgo de condensación es mayor cuando:
- El vehículo no se utiliza diariamente: si permanece inactivo durante varios días, las condiciones para la formación de condensación aumentan. Este problema se intensifica durante el invierno, cuando las bajas temperaturas favorecen la acumulación de humedad.
- El tanque está frecuentemente medio vacío: mientras más aire haya en el depósito, mayor será la posibilidad de que ocurra condensación.
- El combustible contiene impurezas: en algunas ocasiones, la calidad del combustible puede ser un factor adicional que afecta el rendimiento del filtro y del sistema de inyección.
Optar por mantener el tanque lleno no solo evita problemas mecánicos, sino que también puede representar un ahorro a largo plazo. Cambiar un filtro de combustible dañado es menos costoso que reparar un motor afectado por agua en la cámara de combustión.
Además, un sistema de inyección en mal estado puede reducir la eficiencia del motor.
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Recomendaciones para los conductores
- Mantener el tanque lleno siempre que sea posible: aunque no sea necesario llenarlo por completo en cada ida a la estación, evitar que el nivel de combustible baje demasiado ayuda a prevenir la acumulación de agua en el sistema.
- Revisar el estado del filtro de combustible regularmente: un mantenimiento adecuado del sistema de inyección puede prevenir averías mayores.
- Utilizar combustible de calidad: elegir gasolina extra, por ejemplo, reduce el riesgo de impurezas que puedan comprometer el rendimiento del vehículo.
En otras palabras, por inofesnvio que parezca estar siempre con medio tanque o menos de gasolina, lo cierto es que expertos advierten que puede tener riesgos para el vehículo.