Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles en Europa, anunció este viernes su plan para reducir más de 35.000 empleos en Alemania para el año 2030, lo que representa cerca de un tercio de su plantilla en el país. Este recorte tiene como objetivo reducir costos y evitar el cierre de fábricas, según informó la compañía en un comunicado.
Gracias a un acuerdo alcanzado con los sindicatos, Volkswagen prevé generar ahorros de "4.000 millones de euros" [4.200 millones de dólares] a medio plazo, un paso clave para enderezar el rumbo del grupo. Los representantes de los empleados destacaron que las salidas serán voluntarias, principalmente a través de jubilaciones que no serán reemplazadas.
"Logramos una solución para los empleados de las plantas de Volkswagen que salvaguarda los puestos de trabajo, mantiene la producción y, al mismo tiempo, permite inversiones significativas en el futuro", afirmó Thorsten Gröger, negociador del sindicato del automóvil, quien destacó que las medidas de ahorro respetan las "líneas rojas" acordadas con los trabajadores.
El plan descarta cierres de plantas y despidos forzosos, una preocupación inicial durante las negociaciones. En un principio, la dirección de Volkswagen proponía eliminar hasta 55.000 puestos de trabajo, cifra que fue ajustada tras las conversaciones con los sindicatos.
A cambio, los empleados aceptaron renunciar a ciertas primas y reducir la capacidad de producción en varias de las diez fábricas que el grupo tiene en Alemania.
Teníamos tres prioridades en estas negociaciones: reducir el exceso de capacidad en nuestras plantas alemanas, recortar los costos laborales y hacer que los costos de desarrollo sean competitivos. Hemos encontrado soluciones viables para estos desafíos
En septiembre, Volkswagen sorprendió al anunciar un plan de ahorro drástico para recuperar su competitividad en el mercado. Según el CEO de la compañía, Oliver Blume, los costos actuales son demasiado elevados, mientras que los márgenes de beneficio de la histórica marca VW, que representa más de la mitad de las ventas del grupo, siguen siendo bajos.
Publicidad
El fabricante alemán enfrenta, además, una desaceleración global en las ventas de automóviles, una fuerte competencia por parte de China y la limitada aceptación de sus modelos eléctricos, lo que dificulta la transición hacia la movilidad sostenible.