Si tiene la sensación de que los trayectos en su carro se han vuelto más más incómodos y parece que rebota por cada irregularidad del camino, es posible que sea hora de reemplazar los amortiguadores.

La mayoría de los fabricantes recomiendan cambiar los amortiguadores en intervalos específicos, por ejemplo, cada 50,000 kilómetros. Si conduce principalmente en carreteras lisas, es posible que se extienda este periodo de vida útil. Sin embargo, si conduce conducir en caminos de tierra o en carreteras en mal estado, notará que el desgaste afecta a su vehículo antes.

Entonces, ¿cómo saber si sus amortiguadores están en mal estado?

En términos básicos, el sistema de suspensión es similar a los músculos centrales de su cuerpo. Al igual que los abdominales y los músculos de la espalda mantienen su columna vertebral y le dan estabilidad, los amortiguadores y las puntas de eje proporcionan estabilidad a los movimientos del carro.

Esto aumenta el control cuando frena, gira, acelera, reduce la velocidad o pasa por superficies irregulares. Sin amortiguadores ni puntas de eje, sería difícil mantener la estabilidad incluso en contacto con la carretera.

Existen diversas señales de advertencia que indican amortiguadores en mal estado. Algunos indicadores reveladores incluyen un desgaste desigual de los neumáticos, una sensación de balanceo al girar donde su automóvil se inclina hacia un lado o una parte delantera que se hunde cuando frena bruscamente. También puede escuchar ruidos sordos o golpes al pasar por baches o tomar curvas cerradas.

Si el carro está desequilibrado es importante llevarlo de inmediato a un taller. Los amortiguadores ayudan a soportar el peso del vehículo e ignorar su estado durante mucho tiempo podría poner en riesgo su seguridad al conducir.

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