Un estudio del gigante tecnológico Mozilla reveló que los carros pueden espiar la vida personal de las personas, incluyendo su actividad sexual, raza, información genética y hasta de diagnósticos de salud, un hallazgo muy sensible respecto a la recolección de datos.
Mozilla llegó a esa conclusión tras analizar a 25 marcas de automóviles, que obtuvieron calificaciones deficientes en privacidad del consumidor, marcando la primera vez en los siete años de historia de la guía Privacy Not Included (PNI) que esto sucede.
Según la investigación de Mozilla, estas marcas pueden recopilar datos profundamente personales, como actividad sexual, estado migratorio, raza, expresiones faciales, peso, información de salud y genética, y detalles sobre dónde conduce el propietario del vehículo.
Los datos se recopilarían a través de sensores, micrófonos, cámaras y dispositivos conectados al automóvil, así como a través de aplicaciones de automóviles, sitios web de las empresas, concesionarios y telemática vehicular. Luego, “las marcas pueden compartir o vender estos datos a terceros y utilizarlos para desarrollar inferencias sobre la inteligencia, habilidades, características y preferencias del conductor”, entre otros.
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En otro aspecto de la investigación, ninguna de las marcas cumplió con los Estándares Mínimos de Seguridad de Mozilla. Los investigadores no pudieron confirmar si alguna de las marcas cifra toda la información personal que almacenan en los vehículos, y solo una respondió a las preguntas de Mozilla sobre el cifrado.
"Todos los coches nuevos actuales son pesadillas de privacidad sobre ruedas que recopilan enormes cantidades de información personal", aseguró Jen Caltrider, directora del Programa PNI de Mozilla.
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Según detalla el estudio, Nissan es una de las marcas a las que peor le fue. La empresa japonesa “admite en su política de privacidad que recopila una amplia gama de información, incluyendo actividad sexual, datos de diagnóstico de salud y datos genéticos, aunque no especifica cómo”. Afirman que pueden compartir y vender las "preferencias, características, tendencias psicológicas, predisposiciones, comportamiento, actitudes, inteligencia, habilidades y aptitudes" de los consumidores a intermediarios de datos, fuerzas de seguridad y otros terceros.
Según Caltrider: "Muchas personas consideran su automóvil como un espacio privado, donde pueden llamar al médico, tener conversaciones personales con sus hijos camino a la escuela, desahogarse por una ruptura amorosa o conducir a lugares que no desean que el mundo conozca. Pero esa percepción ya no coincide con la realidad”.
Asimismo, el estudio encontró que en esas recopilaciones de datos se incluyen demográficos y comportamientos de conducción. Se estima que, para 2030, la monetización de datos de automóviles podría ser una industria valorada en 750.000 millones de dólares.
Finalmente, el estudio señala que algunas de marcas de automóviles pueden compartir información personal con fuerzas de seguridad y gobiernos, y que las filtraciones de datos son comunes en la industria. Los consumidores tienen un control muy limitado sobre su privacidad en los automóviles modernos, y los reguladores y legisladores no han mantenido el ritmo de esta creciente preocupación.
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