El óptimo estado de la llanta de repuesto puede ser la diferencia entre la salvación o la condena en medio de una carretera, un viaje largo y cuando se tiene un taller a kilómetros de distancia.
Es por eso que tiene una gran importancia dentro de la preparación de todo conductor, ya que es necesario conocer las características que esta presenta para saber como proceder una vez sea necesaria.
Lo principal es identificar si la llanta es similar a las otras ya en uso, pues de esto dependerá la capacidad que tiene en el caso de ser utilizada. Si se presenta la necesidad y se instala, esta rueda tendrá la misma resistencia que las otras, incluso más.
Por el desgaste y el trabajo que han tenido que pasar las demás llantas, es recomendable reparar la pinchada y nuevamente instalarla, para que las cuatro ruedas queden con las mismas características.
Pero si la rueda de repuesto es como en la mayoría de carros y tiene un tamaño menor, es necesario entender que no podrá exigirle al carro de la misma forma.
Muchos fabricantes de vehículos optan por una llanta más pequeña y liviana para economizar espacio dentro del carro y no generar un aumento en el consumo de combustible, con el peso de más que implica esta carga.
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Lo cierto es que esta llanta no deberá ser expuesta a una velocidad superior a los 80 kilómetros por hora y no deberá recorrer una distancia superior a los 200 kilómetros, periodo suficiente para ubicar un taller en el camino.
Hay que aclarar que lo anterior son características generales, por lo que es no está de más leer las instrucciones del manual de cada vehículo.
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