En una clara respuesta a las medidas proteccionistas adoptadas por Estados Unidos y las preparadas por la Unión Europea (UE), China anunció su intención de elevar los aranceles temporales sobre los vehículos importados con motores de gran cilindrada.
Esta decisión, confirmada por la Cámara de Comercio de China en la UE, podría tener significativas repercusiones para los fabricantes europeos y estadounidenses de carros eléctricos.
Según el comunicado publicado este miércoles, la Cámara de Comercio de China en la UE informó sobre esta posible alza arancelaria basada en información proporcionada por expertos del sector.
¿Cuál es el problema entre China y EE. UU. por eléctricos?
La medida responde a la reciente subida de aranceles sobre vehículos eléctricos chinos por parte de Estados Unidos y a las posibles acciones similares en Bruselas, en el contexto de la investigación antisubsidios contra los automóviles eléctricos provenientes de China.
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Liu Bin, un destacado experto en políticas gubernamentales del sector automotriz, indicó en una entrevista con el Global Times que Pekín podría elevar al 25 % los aranceles sobre los sedanes y todocaminos (SUV) con motores de más de 2,5 litros.
Esta medida, según Liu, cumpliría con las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ayudaría a China a avanzar hacia sus objetivos de reducción de emisiones de carbono, promoviendo prácticas más 'verdes' en el sector automotriz.
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El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, destacó en una rueda de prensa que el desarrollo y apertura de China representa una oportunidad, no un riesgo, para Europa y el mundo.
Wang subrayó que el proteccionismo no resolverá los problemas de la UE y que las cuestiones económicas y comerciales deben resolverse mediante el diálogo y las consultas.
Además, la prensa local ha recordado que el Ministerio de Comercio chino anunció este fin de semana una investigación 'antidumping' sobre las importaciones de copolímero de polioximetileno, un material frecuentemente utilizado en la industria automotriz, provenientes de Estados Unidos, la UE, Japón y Taiwán.
Esta escalada en la guerra comercial y la respuesta arancelaria de China podría tener un impacto significativo en los fabricantes de automóviles europeos y estadounidenses, especialmente aquellos que producen vehículos de gran cilindrada y dependen del mercado chino.
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