Los carros de marcas como Fiat, Citroën, Jeep, Opel y Peugeot, todos pertenecientes al grupo Stellantis, podrían experimentar un aumento de precio en los próximos meses.
La razón detrás de esta medida tiene que ver con las regulaciones ambientales cada vez más estrictas en Europa y la estrategia de la empresa para evitar pagar multas por exceder los límites de emisiones de CO2.
Stellantis tomó decisión con carros de combustión
Stellantis anunció que reducirá la producción de autos con motor de combustión interna (ICE) en Europa, para enfocarse en aumentar la fabricación de vehículos eléctricos (EV).
A partir de enero de 2025, la Unión Europea endurecerá los límites de emisiones, reduciendo el objetivo promedio de flota de 115.1 g/km a 93.6 g/km. No cumplir con estos objetivos podría costarle a Stellantis €95 por cada gramo excedido.
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Para mitigar este riesgo, Stellantis limitará la cantidad de carros a gasolina y diésel que fabrica, lo que podría incrementar la demanda de estos vehículos en ciertos mercados.
Según Automotive News, la compañía también planea ajustar los precios “caso por caso”, dependiendo del modelo, la marca y la región. Esta medida busca reducir la demanda de vehículos de combustión y hacer que sus alternativas eléctricas sean más atractivas.
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Además de evitar multas, Stellantis espera que al encarecer los carros de combustión interna, los consumidores se inclinen más hacia la compra de vehículos eléctricos.
Aunque los márgenes de ganancia para los autos eléctricos suelen ser menores, la empresa parece haber calculado que es mejor reducir las ventas de autos a gasolina que enfrentarse a sanciones millonarias.
A partir de 2030, la situación será aún más exigente, ya que los límites de emisiones se reducirán a 49.5 g/km, con una meta final de 0 g/km para 2035. A partir de esa fecha, solo se podrán comercializar nuevos vehículos que no emitan CO₂, lo que marcará el fin de la producción de autos con motores de combustión interna tradicionales.