Carros eléctricos de BYD, Xiaomi y otras marcas saldrán más caros en estos países

La Unión Europea (UE) se prepara para imponer aranceles de hasta el 36 % sobre las importaciones de carros eléctricos chinos durante los próximos cinco años, según anunció la Comisión Europea este martes.

Esta medida, que podría entrar en vigor a finales de octubre, representa un nuevo desafío para los fabricantes chinos, que ya enfrentan un arancel del 10 % sobre sus vehículos en el mercado europeo.

La decisión llega en un contexto de creciente preocupación en Europa por la competencia que los vehículos eléctricos chinos representan para la industria automovilística local, que ha sido históricamente líder en la producción de motores de gasolina y diésel.

La Comisión Europea ha justificado los nuevos aranceles como una respuesta a la necesidad de proteger la industria europea, especialmente en un momento en que los modelos eléctricos chinos están ganando una cuota de mercado significativa. Actualmente, los vehículos eléctricos chinos representan el 22 % del mercado europeo, un aumento considerable frente al 3 % de hace tres años.

El plan contempla aranceles adicionales del 17 % para la marca BYD, 19.3 % para Geely y un imponente 36.3 % para SAIC. Para otros fabricantes chinos que cooperaron con la investigación, la tasa promedio será del 21,3%, mientras que aquellos que no cooperaron podrían enfrentar un arancel de hasta el 36,3%.

La Comisión Europea ha dejado claro que sigue abierta al diálogo y a posibles soluciones alternativas por parte de Pekín, una postura que algunos Estados miembros, como Alemania y Suecia, han solicitado con insistencia.

Sin embargo, la Cámara de Comercio china en la UE ha expresado su “profundo descontento y firme oposición” al que consideran un enfoque proteccionista, advirtiendo sobre las posibles repercusiones en las relaciones comerciales entre ambos bloques.

Una excepción notable es Tesla, cuyos vehículos eléctricos fabricados en China enfrentarán un arancel mucho más bajo del 9 %, debido a que la marca recibe menos subvenciones en el gigante asiático.

Estos aranceles definitivos se adoptarán antes de noviembre, a menos que una mayoría cualificada de miembros de la UE, que represente al 65 % de la población europea, se oponga a la medida.

Mientras tanto, la industria automovilística europea observa con preocupación, consciente de que el futuro de sus plantas podría estar en juego si no logra frenar la creciente influencia de los modelos eléctricos chinos en el continente.

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