El Gobierno de Brasil inició una investigación contra el gigante chino de carros eléctricos BYD y su subcontratista Jinjiang Open Engineering por presunto tráfico internacional de trabajadores chinos.
El caso ha generado preocupación tanto en Brasil como en China debido a las graves acusaciones de explotación laboral en la construcción de una fábrica en Camaçari, estado de Bahía.
¿Por qué los acusan de tráfico de trabajadores?
Según información oficial, inspectores del Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Bahía identificaron a 163 trabajadores en condiciones consideradas análogas a la esclavitud.
Los obreros, provenientes de China, fueron contratados por Jinjiang Open Engineering, una subcontratista de BYD. Entre las irregularidades detectadas se encuentran:
- Condiciones de vivienda precarias: los trabajadores dormían en camas sin colchones y compartían un baño entre 31 personas.
- Explotación laboral: jornadas extensas bajo el sol, con visibles daños en la piel.
- Retención de documentos y salarios: los pasaportes de los obreros eran confiscados y el empleador retenía hasta el 60 % de sus salarios.
Estas prácticas llevaron a las autoridades a considerar a los trabajadores como víctimas de tráfico internacional con fines de explotación laboral.
¿Qué dice BYD?
Tras conocerse las acusaciones, BYD Auto do Brasil rescindió de inmediato su contrato con Jinjiang y trasladó a los trabajadores afectados a hoteles.
La empresa china afirmó que colaborará plenamente con las autoridades para proteger los derechos de los obreros. Por su parte, Jinjiang negó las acusaciones y expresó que las condiciones de trabajo no correspondían a la etiqueta de "esclavitud", calificando la situación como un malentendido.
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Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China aseguró que el Gobierno está verificando la situación y reafirmó su compromiso con la protección de los derechos de los trabajadores chinos en el extranjero.
¿Qué hará el Gobierno de Brasil?
El Ministerio Público del Trabajo y otros organismos públicos han realizado inspecciones desde noviembre de 2024, lo que resultó en la suspensión parcial de las obras en la planta de Camaçari, proyecto que es considerado la mayor fábrica de autos eléctricos de BYD fuera de Asia, y se encuentra a unos 50 kilómetros de Salvador, la capital estatal.
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El gobierno brasileño ha subrayado que las empresas involucradas se comprometieron a garantizar la protección de los trabajadores rescatados. Sin embargo, las investigaciones continúan para determinar si se cometieron delitos relacionados con el tráfico de personas y la explotación laboral.