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El peligro que rueda por las calles de Bogotá: pasa muy desapercibido y puede explotar

Cesvi explicó por qué debería haber más control sobre este tipo de transporte en las calles.

Bicicletas de domiciliarios impulsadas con gasolina en Bogotá
Bicicletas de domiciliarios impulsadas con gasolina, un riesgo en las vías
Foto: Movilidad Bogotá

Cada vez es más común ver una mala práctica que pone en riesgo la seguridad vial en Bogotá: las bicicletas de gasolina, impulsadas por este combustible y contenido en botellas plásticas. Frecuentemente son usadas por domiciliarios, y representan una actividad, aunque normalizada, peligrosa para conductores como para peatones.

El concejal de Bogotá Juan David Quintero ya había denunciado esto mismo haciendo un llamado a la concientización de este problema: “¡Una motoneta con una botella de CocaCola llena de gasolina es una BOMBA! ¿Tiene que pasar una catástrofe para inmovilizar estos vehículos peligrosos?”.

Trino de concejal por bicicletas de gasolina en Bogotá
Trino de concejal por bicicletas de gasolina en Bogotá

Los riesgos de las bicicletas de gasolina


Blu Radio consultó a Giovanni González, director de Seguridad Vial de Cesvi Colombia, para entender los peligros de transportar líquidos inflamables en vehículos que no están diseñados para ello. El experto explicó que el uso de recipientes no homologados, como botellas de plástico, representa un riesgo extremo tanto para los conductores como para la ciudadanía.

  1. Fugas y derrames: las botellas plásticas no son aptas para contener gasolina. Pueden sufrir fisuras o derrames que permiten que el líquido entre en contacto con superficies calientes o con componentes eléctricos del vehículo, lo que podría desencadenar incendios o explosiones.
  2. Explosiones: los envases no diseñados para almacenar gasolina permiten la acumulación de gases inflamables. Si estos gases se liberan repentinamente y encuentran una fuente de ignición, el riesgo de explosión es considerable.
  3. Incendios accidentales: en motocicletas y bicicletas, donde el combustible está más expuesto, una chispa o el calor excesivo generado por la fricción del vehículo podría provocar un incendio instantáneo.
  4. Contaminación ambiental: además de los riesgos directos de incendio o explosión, los derrames de gasolina representan una amenaza ambiental, ya que contaminan el suelo y las fuentes de agua.
Bicicletas de gasolina en Bogotá
Bicicletas de gasolina en Bogotá
Foto: @JD_Quinteror

¿Qué dice la ley sobre este tipo de transporte?


En Colombia, la ley 769 de 2002, que regula el transporte de mercancías peligrosas, establece sanciones por movilizar combustibles sin medidas de seguridad. Sin embargo, esta legislación no contempla sanciones específicas para el transporte de combustibles en motocicletas o bicicletas, lo que genera un vacío normativo.

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El Reglamento Técnico de Transporte de Mercancías Peligrosas, basado en las recomendaciones de la ONU, exige que los líquidos inflamables sean transportados en recipientes homologados. Estos contenedores deben ser resistentes a impactos, tener sellos adecuados y cumplir con estándares de seguridad.

Sin embargo, explican desde Cesvi, la normativa en Colombia no refleja las condiciones de circulación actuales ni el uso extendido de bicicletas y motocicletas para el transporte urbano.

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Recomendaciones para bicicletas de gasolina


Giovanni González destacó la necesidad de reforzar los controles y actualizar las regulaciones para evitar una tragedia en las calles de Bogotá. Mientras las autoridades revisan y ajustan la normativa, los expertos recomiendan:

  • Usar recipientes homologados: estos contenedores están diseñados para soportar golpes y evitar fugas, además de tener sistemas de sellado que evitan la acumulación de gases peligrosos.
  • Evitar la exposición al calor: la gasolina debe mantenerse alejada de fuentes de calor, ya que esto aumenta la presión dentro del contenedor y el riesgo de explosión.
  • Evitar el transporte en bicicletas: el transporte de líquidos inflamables en bicicletas está fuertemente desaconsejado debido a los riesgos de derrame y la falta de estabilidad que ofrecen estos vehículos.

En conclusión, el transporte de gasolina en recipientes no adecuados, como botellas plásticas, constituye un riesgo inminente tanto para quien conduce la bicicleta como para los demas actores viales.

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